Dos exministros británicos «venden» su influencia

La Voz LONDRES / COLPISA

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Straw PAUL HACKETT | REUTERS

Un conservador y un laborista caen en la trampa de reporteros y se ofrecen como consultores para una empresa ficticia

24 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos veteranos de la política británica, el conservador sir Malcom Rifkind y el laborista Jack Straw proclamaron ayer su inocencia tras ser entrampados por el diario The Daily Telegraph y la cadena Channel 4, cuyos reporteros se hicieron pasar por representantes de una empresa ficticia de Hong Kong a la que ambos políticos se ofrecieron como consultores.

La trampa fue tendida mediante una carta que los periodistas enviaron a doce miembros de la Cámara de los Comunes. En ella, una empresa radicada en Hong Kong -centro financiero antes británico y ahora chino- se dirigía a cada diputado preguntando si estaría interesado en mantener una entrevista como parte de la búsqueda por la compañía de personalidades relevantes para su nuevo consejo asesor. Seis diputados no contestaron. Uno pidió más información sobre la empresa y los periodistas abandonaron el empeño. Otro respondió que no estaba interesado y, de los cuatro restantes, dos tenían trayectorias brillantes en la política.

Rifkind, ministro para Escocia con Margaret Thatcher, y de Defensa y de Exteriores con John Major, es ahora presidente del Comité de Seguridad e Inteligencia en el Parlamento. Straw fue, junto a Gordon Brown, el único laborista que se mantuvo en el Gobierno desde 1997 hasta el 2010, formando parte de todos los gabinetes, donde ocupó entre otras las carteras de Interior y Exteriores. Antes fue ministro de Tony Blair en tiempos de la invasión de Irak.

Una rápida investigación

Rifkind fue ayer suspendido como miembro del partido y del grupo parlamentario a la espera de una rápida investigación. Él afirma que no ha hecho nada contrario a las reglas, que obligan a los diputados a registrar las remuneraciones que reciben por trabajos fuera del Parlamento y prohíben que un diputado reciba dinero por hacer preguntas en la Cámara o dirigir cartas a la administración pública. El conservador fue grabado diciendo que sus servicios son pagados entre 6.500 y 13.000 euros por día, que no recibe salario y ha de ganarse la vida como autónomo; y que podría lograr para la compañía china «contacto útil» con todos los embajadores británicos.

Straw se retira del Parlamento en las elecciones de mayo pero su hijo, Will, es candidato. El padre dijo que lo último que quiere -«tras una vida parlamentaria en la que he vivido con completa probidad e integridad»- es dejar al partido esta mancha. Se suspendió a sí mismo como miembro del grupo parlamentario y remitió su caso al comité de ética.

El laborista pidió 6.500 por sus servicios, que incluían contactos telefónicos «bajo el radar» con políticos y funcionarios en el Reino Unido o la Unión Europea. Alardeó de defender con éxito los intereses de Ucrania y de una empresa a la que representa en las regulaciones europeas.

Los dos diputados no parecen haber cometido ningún delito ni actuado contra las normas del Parlamento, que estudia los procedimientos para limpiar las relaciones entre políticos y lobbies. Ed Miliband, líder laborista, anunció que los candidatos de su partido en las elecciones de mayo no podrán tener otro empleo y retó a David Cameron a hacer los mismo.