Un acto de fuerza para intentar reducir a la oposición

julio á. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Maduro atiza el fuego de la olla a presión venezolana

21 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ala vista del bajo índice de audiencia que consiguió días pasados con el enésimo supuesto magnicidio frustrado, que iba a ser ejecutado desde un Tucano y que se habría malogrado por factores climáticos (Maduro desistió de hacer un recurrido previsto para ese día por la lluvia) el inquilino del palacio presidencial de Miraflores y el coro que lo rodea decidieron el jueves atizar el fuego de la olla a presión venezolana ordenando al Sebin la detención a plena luz del día y con disparos al aire, para que el hecho no pasase desapercibido, de Antonio Ledezma.

Por si alguien no se había enterado, Maduro confirmó esta detención en una emisión en directo obligatoria para todos los canales de televisión públicos y privados y la justificó porque el alcalde metropolitano había firmando en enero un comunicado conjunto con otros líderes opositores (Leopoldo López, preso desde hace un año, Corina Machado, diputada electa privada de su escaño, y Julio Borges, líder de Primero Justicia) en el que se decía entre otras cosas que, si «en el 2014 la salida era urgente, en el 2015 es impostergable». Los gurús de Miraflores interpretaron esta frase como el santo y seña para la última intentona golpista, con lo que la detención de los otros dos firmantes del comunicado puede estar a caer.

Desde las filas de la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) esto es un intento más de ilegalizar de facto a la oposición democrática, a la vista de la pérdida de base social del Gobierno, que es consecuencia del desabastecimiento y que irá a más con otras medidas impopulares que se avecinan, como el inevitable incremento del precio de la gasolina.

A la hora de responder a estas provocaciones gubernamentales en la oposición se mantienen dos dos enfoques. Por un lado está el sector liderado por Ledezma, Leopoldo y Corina, que aboga por incrementar la presión en la calle. Por otro, está el encabezado por Capriles y Chuao Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, que abogan por no entrar al trapo de las provocaciones gubernamentales que buscan decapitar a la oposición de cara a las elecciones a la Asamblea Nacional previstas para este año y propiciar un autogolpe de Estado que sirva de coartada para aplazarlas sine die.

Este temor también existe en la calle. Alguien que está padeciendo el día a día de la situación actual de Venezuela, a las pocas horas de la detención de Ledezma describía así el panorama desde Caracas: «Estamos como en los prolegómenos del autogolpe del 11 de abril de 2002».