Oficiales lusos en pie de guerra contra los recortes

begoña íñigez LISBOA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

La eliminación de los beneficios sanitarios gratuitos a los que tenían derecho sus familiares directos ha incendiado los ánimos de los miembros del éjercito

17 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los máximos responsables de la Asociación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Portugal (AOFA) acusaron ayer, en un duro comunicado, al Gobierno de Pedro Passos Coelho de «entrar en una guerra abierta con los militares» tras aprobar en Consejo de Ministros nuevos ajustes presupuestarios en el gasto en defensa. Los recortes que han incendiado los ánimos de los oficiales lusos son la eliminación de los beneficios sanitarios gratuitos a los que tenían derecho sus familiares directos.

Los oficiales se han movilizado en bloque ante esta decisión del Ejecutivo, que consideran «una gran injusticia porque a partir de ahora sus familiares se verán obligados a pagar una tasa para ser atendidos». En el comunicado de AOFA se recuerda que es «inaceptable» porque «los miembros del Ejército ya abonan un impuesto adicional con un descuento en sus sueldos para cubrir dicha atención».

En el texto de AOFA se puede leer en varias ocasiones la palabra guerra. «La realidad se impone. Estamos en guerra», dicen. «Una guerra que, aunque no utiliza medios militares, no deja de ser por ello una guerra», añaden. «Con estas medidas muere gente, aumentan la pobreza y la miseria, y los refugiados, eufemísticamente designados como emigrantes, son forzados por los líderes de nuestro país a abandonarlo», consideran.

Recortes pese al crecimiento

La asociación asegura que estas medidas solo «recortan una parte del muy escaso sueldo de los oficiales». Trece mil cónyuges y parejas de hecho de militares se verán afectados. La voz de alarma saltó tras el Consejo de Ministros del jueves, que dio luz verde a la posibilidad de que beneficiarios de la sanidad «se inscriban en estos mismos subsistemas mediante el pago de una contribución». La AOFA considera que esa tasa, a la que se hizo alusión tras la última reunión del Ejecutivo, no tiene sentido porque ya se les descuenta del salario el 3,5 %.

Desde que Portugal fue rescatado, en abril del 2011, los funcionarios y los pensionistas han sido los más penalizados por la austeridad impuesta por la troika. Tras el fin del programa de ajuste, en mayo del 2014, los recortes no han finalizado al otro lado de la frontera, a pesar de los últimos y esperanzadores datos de la economía portuguesa, que creció un 0,9 % del PIB el año pasado. El Gobierno de Passos Coelho parece decidido a terminar su legislatura, este año, con las cuentas saneadas y el gasto público reducido, aunque ello se traduzca en más protestas ciudadanas e impopularidad. El ministerio de Defensa tampoco se escapa a los recortes, como los restantes departamentos del Ejecutivo.