Un tiroteo entre narcotraficantes estropea la visita de Valls a Marsella

Fernando Iturribarría PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

Agentes del GIPN aseguran el popular barrio marsellés de La Castellane
Agentes del GIPN aseguran el popular barrio marsellés de La Castellane PHILIPPE LAURENSON | Reuters

El director de la Seguridad Pública es recibido con ráfagas de Kalashnikov

10 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Varias ráfagas de fusiles automáticos, disparadas por delincuentes encapuchados al aire y contra la policía sin causar heridos, ilustraron ayer el clima de inseguridad ciudadana en Marsella horas antes de la visita del primer ministro, Manuel Valls. Se trataba de un enfrentamiento entre bandas por el control del tráfico de drogas en La Castellane, uno de los arrabales bajo la ley de los ajustes de cuentas que han causado decenas de muertos. Unos diez individuos armados, vestidos de negro y con chalecos antibala tomaron posiciones a primera hora de la mañana en uno de los principales enclaves del trapicheo en el barrio del exfutbolista Zinedine Zidane. Como si de una película del Oeste se tratara, los forajidos dispararon al aire para marcar su territorio, según los vecinos.

Tres coches de policía fueron recibidos por un francotirador con Kalashnikov de mira telescópica desde una azotea. En uno viajaba el director de la Seguridad Pública de Marsella, Pierre-Marie Bourniquel. La policía ordenó evacuar una escuela aledaña y movilizó las unidades especializadas, que controlaron el sector, sobrevolado por un helicóptero. No hubo detenidos, pero se incautaron siete fusiles AK-47, 20 kilos de hachís y dinero.

Los acontecimientos empañaron los planes de Valls, que acudía a Marsella a congratularse del «retroceso significativo de la delincuencia» y los «excelentes resultados» de la labor policial. Ya en la segunda ciudad de Francia, el jefe del Gobierno consideró los tiroteos «inaceptables» pero subrayó que las estadísticas son «alentadoras».