La teoría del complot enturbia el juicio a Strauss-Kahn

fernando iturribarría PARÍS / COLPISA

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La defensa ve la mano negra de Sarkozy tras la imputación de proxenetismo

03 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La teoría del complot dominó ayer la jornada inaugural del juicio por proxenetismo del caso Carlton en el que está procesado el ex director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn (DSK). El Tribunal Correccional de Lille no entró a estudiar una demanda de nulidad presentada por la defensa con el argumento de que el político socialista había sido víctima de una conspiración urdida por Nicolas Sarkozy, su rival conservador. DSK, el más relevante de los catorce acusados, prestará declaración martes, miércoles y jueves de la semana próxima.

Un libro autobiográfico es la clave de la teoría de la conspiración. Lo ha escrito el antiguo comisario de Lille Joël Specque, hoy jubilado. En él se jacta de ser el origen del caso gracias a informaciones que indagó desde junio del 2010 cuando la investigación oficial no fue abierta hasta el 2 de febrero del 2011. Un documental emitido anoche sostiene que el entonces poder conservador autorizó pinchazos sin control judicial durante aquellos ocho meses de los que no hay ninguna constancia en el sumario.

Según la tesis del complot, la investigación secreta estaba dirigida a arruinar la candidatura del favorito de los sondeos en las presidenciales del 2012. Pero el estallido en mayo del 2011 del escándalo sexual del neoyorquino hotel Sofitel, que le costó la dirección del FMI, precipitó la salida a la luz de las orgías del caso Carlton. El cargo de proxenetismo está castigado con hasta diez años de prisión más multa de millón y medio de euros.

El tribunal había rechazado previamente las demandas de puerta cerrada formuladas por los abogados de cuatro antiguas prostitutas, personadas como acusación particular. El juez Lemaire, presidente de la sala, consideró que eran libres de no declarar, de confirmar o no sus declaraciones o de responder únicamente a las preguntas que estimaran no atentatorias a su dignidad.

Trece profesionales belgas y francesas relataron a los investigadores las 17 veladas organizadas entre el 2007 y el 2011, incluidos tres viajes a Washington y Nueva York cuando DSK encabezaba el FMI, por un coste total de unos 100.000 euros. De ellas, siete reconocieron haber mantenido relaciones sexuales con el político, del que dibujan el retrato de un obseso del sexo con un gusto pronunciado por la dominación y la violencia.

«Se notaba que le gustaban las relaciones de fuerza», declaró Mounia, nacida hace 41 años en Roubaix de padres marroquíes a quien su familia vendió a los 20 años a un ministro de Emiratos Árabes Unidos. Contó que sufrió «entre sollozos» una sodomía violenta y dolorosa. Sandrine describió una escena en un hotel de París en la que «siete u ocho chicas se ocupaban de él en la cama y le chupaban sin condón». «Strauss-Kahn no practicaba más que la sodomía», aseveró.

A los 65 años, Strauss-Kahn confía en salir absuelto del juicio para continuar con sus conferencias y la asesoría de gobiernos tan diversos como los de Serbia, Marruecos, Sudán del Sur, Rusia o Corea del Sur. Su primera preocupación será asumir las consecuencias del naufragio financiero de LSK, el banco que fundó y que presidía.