Alemania planta cara a la Comisión Europea y rechaza disolver la troika

Cristina Porteiro
CRistina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

FABRIZIO BENSCH | REUTERS

Juncker accedería a acabar con el tridente a cambio de que Grecia pagase la deuda

03 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La tensión entre el Gobierno griego y Bruselas se va moderando. Tras las lapidarias declaraciones que vertió el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varufakis, el viernes asegurando que Grecia no reconocería a la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), el griego aseguró ayer al diario Le Monde que «estamos decididos a colaborar con nuestros socios (?) No actuaremos de forma unilateral».

Nadie se engaña en los cuarteles del Ejecutivo comunitario. No se trata de un paso atrás de Syriza. El Gobierno griego sabe que cualquier solución a su problema de deuda pasa por negociar con la Unión Europea. Alexis Tsipras acepta negociar la devolución de la deuda, pero con flexibilidades y sin las visitas humillantes de los funcionarios de los guardianes de la austeridad. «Europa necesita un respiro (?) Es necesario sustituir a la troika», aseguró ayer desde Nicosia.

Trueque

Según fuentes de Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, estaría dispuesto a hacer concesiones al Gobierno de Tsipras, pero a cambio quiere que el país llegue antes del 28 de febrero (cuando expira el segundo rescate) a un acuerdo con los acreedores. Dicho acuerdo, no podrá incluir una rebaja de la factura. ¿Quién dará el primer paso en la negociación? Todo apunta a que será Tsipras. Grecia necesita 10.000 millones de euros para financiarse antes de verano.

Para abrir el debate sobre el futuro de la troika y la austeridad, el flamante primer ministro griego se ha enrolado en una gira europea con varias paradas. Hoy le espera su homólogo italiano, Matteo Renzi, quien puede erigirse como el gran aliado de los griegos en las negociaciones. Italia ha manifestado en multitud de ocasiones su descontento con las políticas presupuestarias restrictivas que apadrinaron en el 2010 la troika y Berlín. El miércoles le espera en el Elíseo el presidente francés, François Hollande, y en Bruselas será recibido por Juncker.

La disolución de la troika es algo que lleva sobrevolando Bruselas hace más de un año. El propio Juncker reconoció en el 2014 que hubo errores en la concepción de la troika que había que subsanar, especialmente lo que se le critica desde varias capitales europeas: su falta de legitimidad democrática.

En el otro polo se encuentra Alemania. En Berlín las palabras de Tsipras suenan a provocación. Los portavoces del Gobierno advirtieron ayer de que «los acuerdos no se pueden modificar unilateralmente». Grecia necesitará unanimidad de los otros 27 socios de la UE para echar el cerrojo a la troika. La canciller Angela Merkel no está por la labor. Su equipo considera que «no hay motivo para apartarse de este acreditado mecanismo», aseguraron.

Sin embargo, Berlín sabe que deberá aflojar la soga que tiene Grecia al cuello. De no hacerlo, el coste para la eurozona y para Atenas sería incalculable. Es por ello que algunos miembros del Gobierno de Merkel apuntan a una posible modificación del mecanismo si Tsipras cumple con sus compromisos y aleja la sombra de una nueva quita.

El ministro de Defensa reabrirá todos los casos de compra de armas

El ministro de Defensa griego, Panos Kamenos, anunció ayer que reabrirá todos los casos relacionados con las adquisiciones de armamento, recientes y antiguos, y tratará de llevar ante la Justicia a las personas que engañaron con millones de euros del Estado griego, informa la agencia ANA. «Todos los archivos serán reabiertos. No pasaremos ninguno por alto. No ocultaremos nada», declaró a una radio local Kamenos, el único miembro del Gobierno del partido nacionalista Griegos Independientes.

En su opinión no debe estar en manos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas la decisión sobre los programas de armamento: «No es posible que los consejeros de cada ministro se convierten en los administradores de los sistemas de armamento».

Obama: «No se puede seguir exprimiendo a países que están en depresión»

JIM LO SCALZO | EFE

El Gobierno de Alexis Tsipras se encontró ayer con el apoyo de Barack Obama. «No se puede seguir exprimiendo a países que están en medio de una depresión», afirmó el presidente de EE.UU. en una entrevista a la CNN. «En algún momento debe haber una estrategia de crecimiento para que pague sus deudas y elimine parte de su déficit», agregó.

Obama consideró que Grecia tiene «una terrible necesidad» de reformas, pero dijo que «es muy difícil emprender cambios cuando el nivel de vida de la gente cayó un 25 %. A la larga, el sistema político, la sociedad, no pueden soportarlo». «La prudencia fiscal es necesaria, las reformas estructurales son necesarias en muchos de estos países [europeos), pero lo que aprendimos de nuestra experiencia en EE.UU. (...) es que la mejor manera de reducir los déficits y restaurar la solidez fiscal es crecer», declaró. Tsipras aludió a las palabras de Obama señalando que no esperaba encontrar tantos apoyos.