Tsipras tensa la UE en solo una semana

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Tsipras parece decidido a cumplir sus promesas.
MARKO DJURICA | Reuters

La postura antitroika del nuevo primer ministro griego amenaza con crear dos frentes, pero Angela Merkel no acepta recortar la deuda

01 feb 2015 . Actualizado a las 14:33 h.

No han sido necesarios ni cien días. En solo una semana como primer ministro de Grecia Alexis Tsipras ha tensado las costuras de la Unión Europea. El líder de Syriza ha demostrado con cada una de sus decisiones que el pulso a la austeridad no era una pose. Su Gobierno impulsa ya medidas contrarias a los recortes y ni siquiera reconoce a la troika como intermediaria para renegociar su deuda. El núcleo duro de los ajustes contraataca.

Berlín no ha disimulado su rechazo a Tsipras. Ayer dio un paso más. La canciller Angela Merkel por fin habló en primera persona sobre las exigencias del Ejecutivo heleno. Descarta una reducción de la deuda y recuerda que los bancos ya han renunciado a percibir miles de millones de forma voluntaria. Promete solidaridad, pero siempre ligada a las reformas. Mientras, Grecia se apresura a buscar aliados. El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, que acaba de darle un portazo al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, adelantó su viaje a París y se reunirá hoy con su homólogo francés, Michel Sapin. Tsipras irá la próxima semana a ver al presidente François Hollande y luego se desplazará a Roma para ser recibido por el primer ministro Matteo Renzi.

Las instituciones de la UE, ancladas en la rutina de tomar decisiones asumidas de forma monolítica, ya se han encontrado esta semana con dos recordatorios de que los miembros tienen voz y voto. Primero Grecia reclamó su derecho de vetar las sanciones a Rusia cuando la resolución se daba por aprobada. Ayer mismo el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vitor Constancio, recordó que serán los 25 miembros del consejo los que decidan sobre la posibilidad de dar liquidez de emergencia a la banca helena en el caso de que Grecia y la UE no alcancen un acuerdo antes del 28 de febrero. Constancio realizó esta aclaración después de que el finlandés Erkki Liikanen, también integrante del consejo del BCE, afirmara que si no hay pacto se le cerrará el grifo a la banca griega.

Días de vértigo

Tsipras indicó en declaraciones realizadas a la cadena estadounidense Bloomberg que «las negociaciones solo acaban de empezar» y que confía en llegar a un acuerdo beneficioso para su país y para la Unión Europea.

El primer ministro griego cierra un inicio de mandato de vértigo. Avalado por una mayoría cercana a la absoluta, ha activado resortes contra la austeridad en tiempo récord. La mañana después de la elecciones firmó un pacto con Griegos Independientes. Lo único que une a Syriza y a este partido nacionalista de derechas es su férrea oposición a la troika.

Tan pronto como tomó posesión inició conversaciones con Rusia, contraviniendo las tesis de la UE. Al día siguiente redujo a la mitad las carteras del Ejecutivo y, con el nombramiento de sus ministros, levantó un frente con la austeridad. Por si fuera poco anunció que su primera medida sería elevar el sueldo mínimo de 586 a 751 euros mensuales. Cada paso ha sido un nuevo desafío al statu quo de la UE. Toca sacar músculo político. Porque Syriza ha puesto patas arriba a Europa.