La elección de Mattarella como nuevo presidente de Italia refuerza a Renzi

MARÍA SIGNO CORRESPONSAL / ROMA

INTERNACIONAL

Mattarella anunciará sus propuestas el martes en la ceremonia de investidura.
Mattarella anunciará sus propuestas el martes en la ceremonia de investidura. ANGELO CARCONI | EFE

Su apuesta por el jurista intachable noquea a Berlusconi y daña a Grillo

01 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cómo había pronosticado el jefe de Gobierno, Matteo Renzi, a la cuarta votación salió elegido ayer el décimo segundo presidente de Italia. El jurista democristiano Sergio Mattarella, de 73 años, era el candidato del Partido Democrático y en este cuarto intento solo necesitaba la mayoría absoluta de 505 votos para ser elegido. Las cuentas finales sumaron muchos más, 665 síes, de los 1.006 «grandes electores», entre senadores, diputados y representantes de las regiones.

Una gran ovación acogió la lectura por parte de la presidenta de la Cámara, Laura Boldrini, de la papeleta que le daba el triunfo. Mattarella fue apoyado no solo por un compacto Partido Democrático (PD) sino que contó también con los votos del Nuevo Centro Derecha de Angelino Alfano, de Izquierda, Ecología y Libertad y de los pequeños partidos de centro. Por su parte, el Movimiento 5 Estrellas votó a su candidato, el magistrado Ferdinando Imposimato, que logró 127 votos, mientras Forza Italia, de Silvio Berlusconi, votó en blanco.

De la elección del presidente de la República sale un Renzi más fuerte tras haber llevado a cabo una jugada en la que ha dejado noqueado a su principal rival político, Silvio Berlusconi. Todos los analistas han calificado de «obra maestra» el anuncio por sorpresa de la candidatura de Sergio Mattarella a pocas horas del inicio de las votaciones, que dejó sin capacidad de actuación al resto de las fuerzas políticas.

El currículo del nuevo presidente, el primero de origen siciliano, es intachable: católico practicante, luchador contra la mafia que asesinó a su hermano Piersanti en 1980 cuando era presidente de la región siciliana, capaz de dimitir de ministro en protesta por las concesiones televisivas a Berlusconi en 1990, artífice de una ley electoral ahora añorada, fundador del PD y actual juez del Tribunal Constitucional. Un hombre íntegro y sobrio, con un perfil político impecable y del que el martes, durante el acto de investidura, conoceremos el programa.

Un triunfo para Renzi que era consciente de que un candidato así no podía ser rechazado y ha dejado fuera de la elección a Berlusconi, que esperaba que tras el acuerdo para llevar adelante las reformas constitucionales, el llamado pacto del Nazareno, en referencia a la calle donde está la sede del PD, también en este tema contase su opinión. La propuesta de Renzi lo dejó descolocado y consciente de su papel marginal, acrecentado más tarde por el gran número de votos obtenido por Mattarella sin necesidad del apoyo de Forza Italia. Como primera consecuencia, dentro de su partido las voces contrarias al exCavaliere se hacen sentir cada vez con más fuerza.

Grillo, superado

Tampoco Grillo sale muy bien parado de esta batalla. La elección del candidato supuso el enésimo abandono de parlamentarios de su grupo. El cómico intentó poner en dificultad al PD proponiendo a Romano Prodi, pero Renzi ni le escuchó, mientras echaba por tierra su teoría de una alianza secreta con Berlusconi. Al final ha tenido que reconocer en su blog que «el resultado no es del todo negativo y Mattarella es una persona muy respetable». Al mal tiempo, buena cara.