La votación, que duró cerca de dos horas y media, finalizó con 538 papeletas en blanco
29 ene 2015 . Actualizado a las 19:33 h.Ninguno de los candidatos a la presidencia de la República italiana alcanzó hoy los apoyos suficientes para ser elegido jefe del Estado en la primera votación celebrada en el Parlamento, por lo que será necesario proceder a una segunda este viernes.
La votación, que duró cerca de dos horas y media, finalizó con 538 papeletas en blanco y con el político y magistrado italiano Ferdinando Imposimato, candidato del Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, como el más votado, con 120 apoyos. El jurista y varias veces ministro Sergio Mattarella, de 73 años, que había propuesto el primer ministro, Matteo Renzi, momentos antes de comenzar la votación, solo obtuvo 5 votos.
Renzi se juega su credibilidad
1.009 «grandes electores» (630 diputados, 315 senadores, 5 senadores vitalicios y 58 representantes de 20 regiones) han sido convocados para la elección del jefe de Estado. «Nos jugamos nuestra credibilidad», reconoció Renzi tras reiterar que quiere evitar lo ocurrido en el 2013, cuando el candidato del PD, Romano Prodi, sufrió una humillante derrota por la traición de 101 parlamentarios de su propio partido.
Las votaciones para remplazar al excomunista Napolitano, quien aceptó con reticencia el segundo mandato en febrero del 2013 debido a que las fuerzas políticas no lograron un acuerdo, son secretas. Los parlamentarios suelen liberarse de la disciplina de partido, por lo que históricamente no ha sido fácil llegar a una elección y personalidades carismáticas, como Sandro Pertini, fueron elegidas a la 16ª votación. Estas votaciones resultan además particularmente delicadas y obligan al primer ministro Renzi a medir su fuerza política.
Según la constitución es necesario para elección del jefe de Estado obtener dos tercios de los votos durante las tres primeras votaciones, que corresponde a 673, mientras que en la cuarta bastará la mayoría simple de 505. La elección presidencial constituye un momento muy solemne para la nación ya que la función de presidente, en una democracia de carácter parlamentario, suele ser ocupada por un mediador político y garante de la Constitución. Para ser candidato se necesita ser mayor de 50 años y gozar de todos los derechos civiles.