Nicolás Maduro, que lleva diez días fuera de su país, en una gira para intentar reactivar los precios del petróleo, llegó ayer a Argelia, última escala de su viaje, donde se reunió con el primer ministro, Abdelaziz Bouteflika. Desde Argel descartó una próxima cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) «por falta de consenso sobre la iniciativa venezolana». Volaba desde Catar, de donde dijo volver con «miles de millones de dólares que nos darán oxígeno».
«El único plan de Maduro es que suban los precios del petróleo, pero estos no se recuperan», señaló el economista venezolano Luis Oliveros. «Más bien, han retrocedido durante la gira». Algunos opositores, como Jesús Torrealba, de la Mesa de la Unidad Democrática, calificaron de «vergonzosa» la gira que comenzó en China, donde Maduro anunció convenios de cooperación por 17.000 millones de euros. Sin embargo, los analistas ven estos anuncios como meras promesas que no implican desembolsos de efectivo.