Yemen, la escuela del terror creada por Al Qaida

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Los hermanos Said y Chérif Kouachi no eran unos inexpertos lobos solitarios. Said estudió en un centro fundamentalista suní de Saná, recibió entrenamiento militar y luchó en el país contra milicianos chiíes

10 ene 2015 . Actualizado a las 13:46 h.

Los hermanos Said y Chérif Kouachi, que han mantenido en vilo a Francia durante tres días tras perpetrar la matanza en el semanario Charlie Hebdo, no eran unos inexpertos lobos solitarios. Todo lo contrario. Asistieron a la escuela del terror creada por Al Qaida en Yemen, país en el que apretaron el gatillo por primera vez.

Su acercamiento al radicalismo comenzó en la llamada red parisina Buttes-Chaumont, que captaba combatientes para hacer la yihad en Irak, al amparo del emir Farid Beneyettou en una mezquita del noreste de la capital francesa.

La estancia de Said (34 años) en el 2001 en Yemen, donde recibió entrenamiento militar de islamistas ligados a Al Qaida, según fuentes europeas y norteamericanas, apunta a una implicación de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA) en el ataque a Charlie Hebdo. Además, uno de los hermanos Kouachi habría afirmado mientras abandonaban su vehículo en el distrito 19 de París: «Diga a la prensa que es Al Qaida en el Yemen».

Y ayer, el propio Chérif dijo a la cadena BFMTV mientras estaba atrincherado en la imprenta que en el 2011 había sido enviado a Yemen por Al Qaida y que su viaje fue financiado por el religioso estadounidense Anwar al Awlaki, muerto en ese país en septiembre de ese año tras el bombardeo de un dron norteamericano. También aseguró que su misión era actuar en Francia por cuenta de Al Qaida en la Península Arábiga.

Según fuentes de seguridad yemeníes, Said Kouachi estuvo en varias ocasiones en el país entre el 2009 y el 2013. Primero como estudiante de la universidad fundamentalista Al Iman de Saná, y después en campos de entrenamiento en el sur y el sudeste, donde se preparó para combatir a las milicias chiíes. El fundador de ese centro, el extremista suní Abdel Majid al Zindani, aliado del expresidente Alí Abdulá Saleh, figura en la lista negra estadounidense, al igual que los hermanos Kouachi. Sus aulas acogían a aprendices yihadistas.

Un compañero de estudios de Said dijo a la AFP que este era «disciplinado y discreto», y que se lo reencontró en el 2013 empuñando armas para defender un centro salafista durante un ataque chií en el norte de Yemen.

Numerosos atentados

AQPA es la rama más activa y la más peligrosa de la red extremista, según Washington. Nacida en enero del 2009 de la fusión de las ramas saudí y yemení de Al Qaida, está dirigida por Nasser al Wuhayshi, secretario de Bin Laden, quien en el 2011 proclamó su alianza con Al Zawahiri, el nuevo jefe de Al Qaida. En el 2010 contaría ya con casi 600 combatientes. EE.UU. interceptó en el 2013 una conversación entre ambos sobre «una acción que cambiaría el curso de la historia».

En su haber hay numerosos atentados y tentativas contra aviones de Estados Unidos, pero también golpes a Arabia Saudí, cuyo ministro de Interior, Mohamed Ben Nayef, fue herido en el 2009 por un kamikaze. Y en el propio Yemen, donde AQPA aprovechó la debilidad del presidente Saleh para crecer. El nuevo mandatario de ese convulso país, Abed Rabo Mansur Hadi, con la ayuda de EE.UU., ha obligado a esos combatientes a recluirse en las montañas.

Algunas fuentes apuntan a que es el yemení Naser al Wuhayshi el cerebro de los Kouachi. Washington ofrece por él 10 millones de dólares. Sonada fue su fuga de una cárcel de Saná en el 2006 tras cavar junto a 22 camaradas un túnel de 45 metros, usando para ello cucharas y escudillas. El grupo entonaba el Corán en voz alta para que no se oyesen los ruidos de la excavación.