Poroshenko anuncia una nueva cumbre con Putin, Merkel y Hollande, en enero, para reanimar el proceso de paz
30 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, intentó terminar ayer el año con un gesto de buena voluntad hacia el vecino de Moscú pese a que no le faltan motivos para lo contrario. Durante una multitudinaria rueda de prensa celebrada en Kiev, el mandatario trató de tranquilizar a su homólogo ruso, Vladímir Putin, anunciando que Ucrania no se incorporará a la OTAN de inmediato y que un referendo al respecto no tendrá lugar antes de 5 o 6 años.
Ambos jefes de Estado volverán a verse las caras el 15 de enero en Astaná, la capital de Kazajistán, en una cumbre en la que también participarán la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande. Según Colpisa, esta nueva reunión, la cuarta entre ambos líderes, tendrá como objetivo primordial reanimar el proceso de paz en el este de Ucrania, en punto muerto después de que las partes suspendieran, el pasado viernes, las conversaciones.
Un periodista le preguntó a Poroshenko si habrá una consulta popular en 2015 sobre el posible ingreso de Ucrania en la Alianza Atlántica. «Tengo planeado reformar el país de acuerdo con los estándares de la Unión Europea y cuando se cumplan esos criterios, y eso ocurrirá dentro de cinco o seis años, el pueblo decidirá sobre su adhesión a la OTAN», le respondió el jefe del Estado.
Hace justo una semana, la Rada Suprema, el Parlamento del país, aprobó una serie de enmiendas para acabar con el estatus de país no alineado de Ucrania. Se hicieron a petición de Poroshenko, quien argumentó que la «agresión de Rusia, la anexión de Crimea y la intervención militar en las regiones orientales» son las causas que obligan a buscar mejores garantías de seguridad, independencia e integridad territorial. El mismo día, se añadió a la ley sobre seguridad nacional una mención sobre la necesidad «prioritaria» de que Ucrania sea miembro de la Alianza.
El presidente, no obstante, siempre ha defendido la necesidad de convocar un referendo para que sea la población la que diga su última palabra al respecto.
Pero el Kremlin se opone radicalmente a que el país vecino ingrese en la OTAN, organización que, según la recién promulgada Doctrina Militar de Putin, constituye el enemigo principal de Rusia. La semana pasada, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió de que «los esfuerzos de Ucrania por unirse a la Alianza Atlántica son peligrosos, no solo para el pueblo ucraniano, porque no hay unidad sobre este asunto, sino también para la seguridad de Europa».