Un político astuto siempre al borde del escándalo

La Voz

INTERNACIONAL

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La carrera política y académica de José Sócrates Pinto de Sousa, nacido en Vilar de Maçada, Alijó, hace 57 años, siempre ha estado en el filo de la navaja y rodeada de escándalos. Sus colabores más próximos lo definen como inteligente, astuto, dotado de un gran sentido del humor y con mucho genio y cambios de humor. En numerosas ocasiones, mostró públicamente su orgullo de apellidarse como el filósofo griego por la gran admiración que siente hacia él.

En el 2006, un año después de ganar las legislativas, saltó a la opinión pública el primero de los muchos escándalos que han salpicado su carrera política. Estaba relacionado, precisamente, con su licenciatura en Ingeniería Civil. La obtención del título, en la Universidad Independiente, fue puesta en entredicho por varios medios de comunicación al destapar un «supuesto trato de favor» en algunas asignaturas del último curso para que pudiera concluir sus estudios. Sócrates lo negó tajantemente en varios programas de televisión y en los principales periódicos. Nunca fue llamado a declarar y la polémica terminó por diluirse.

Tres años después, volvió a estar en el punto de mira de la opinión pública y de la Justicia por el caso Freeport, la concesión de una licencia en 1999 a un grupo inglés para construir un macrocentro comercial en pleno parque natural del estuario del Tajo. Sócrates era entonces ministro de Medio Ambiente, en el Gobierno de António Guterres, y fue quien firmó la autorización que dio luz verde al proyecto Freeport, que hoy es una realidad. Sócrates negó entonces cualquier trato de favor y una vez más la polémica quedó en nada. Nunca fue declarado sospechoso ni llamado a declarar.

Lo mismo ha ocurrido con los casos Monte Branco, Huracán y Cara Oculta, un gran entramado de intercambio de favores y corrupción que tocó de lleno al secretario de Estado Armando Vara, amigo del ex primer ministro. El proceso se ha cerrado este año, con la condena de Vara. Sócrates tampoco fue imputado.