México crea un banco de ADN para identificar a todos sus desaparecidos

Milagros L. de Guereño COLPISA

INTERNACIONAL

Los padres de los estudiantes recorren el país para difundir su indignación

14 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso de la desaparición de los 43 estudiantes ha marcado un antes y después en el sentir nacional de México. Mientras se repiten los actos en su memoria, familias de otros desaparecidos -con ayuda de la organización Ciencia Forense Ciudadana -han conformado un banco de ADN a fin de identificar los 38 cadáveres que han aparecido durante la búsqueda de los alumnos de magisterio.

Según la Fiscalía, los estudiantes fueron asesinados y quemados el mismo 26 de septiembre y tanto los forenses mexicanos como los argentinos coinciden en que los restos hallados no corresponden a los jóvenes de Iguala. La organización de forenses ofreció hacer 500 pruebas de ADN para cotejar con los cuerpos que ha hallado en fosas. Este será el primer banco de ADN con supuestas víctimas. Y evitar así que terminen en una fosa común al no haber sido identificados. Alfonso Carvajal es uno de los parientes que ha vencido el miedo para rastrear a su hijo, que en el 2010 desapareció a su regreso de unas vacaciones a Nuevo León.

Los padres de los 43 jóvenes salieron en caravanas informativas por el país para difundir su indignación y que el movimiento no decaiga. Asimismo, rechazaron la tregua exigida por grupos empresariales y el Congreso de Guerrero al argumentar que no hay condiciones para detener las movilizaciones porque los chicos no aparecen.

La primera caravana integrada por tres autobuses con 150 estudiantes y seis padres de los jóvenes de Iguala salió ayer por la mañana de la escuela rumbo al norte. La segunda partió por la tarde hacia el sur y la tercera recorrerá Guerrero. Las tres se encontrarán el día 20 en capital para otra marcha. No obstante, advirtieron de que continuarán las protestas pese al rechazo de los empresarios. El miércoles, 43 sillas vacías con las fotos de los estudiantes fueron colocadas en la plaza central de Iguala para exigir la aparición con vida de los chicos, y una protesta de maestros terminó de noche con la quema del salón de plenos del Congreso de Guerrero . «Si no hay solución habrá revolución» y «Fuera Peña Nieto» fueron algunas de las consignas de los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadoras de la Educación en Guerrero (CETEG), que suele realizar manifestaciones radicales.

Quejas de los policías

Ante a las reiteradas situaciones de violencia contra instituciones estatales, un grupo de policías antimotines reclamó al gobernador que les permita actuar durante los choques contra los manifestantes de la CETEG y los normalistas. «Exigimos Justicia para los compañeros heridos por los estudiantes ayotzinapos. No somos costales, ni animales, ni payasos para que nos golpeen y se ría la sociedad de nosotros al ver que no podemos hacer nada», explicaron. «Nos encontramos en la mejor disposición pero no estamos dispuestos a seguir recibiendo golpes, palazos, pedradas, mentadas de madre ni burlas», advirtieron.