Xi y Obama negocian los próximos dos años

sara r. estella PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Momento en el que Vladimir Putin coloca una manta sobre los hombros de la esposa de Xi.
Momento en el que Vladimir Putin coloca una manta sobre los hombros de la esposa de Xi. reuters< / span>

China se impone a EE. UU. y crea una zona de libre comercio a su medida en la región

12 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin corbata, para enfatizar que esta vez el encuentro tenía lugar en un ambiente distendido, Xi Jinping y Barack Obama se reunieron anoche en el complejo diplomático de Zhongnanhai, la sede del Ejecutivo chino inaccesible para los demás mortales. La cita viene a confirmar la relación de dependencia mutua con suspicacias que los dos países mantienen en los últimos tiempos. El presidente norteamericano iniciaba así la visita de Estado que tenía prevista para el final de la cumbre de la APEC.

Es el segundo encuentro informal que los dos mandatarios mantienen en poco más de un año. La primera vez fue en junio de 2013, cuando Obama recibió a su homólogo chino en una lujosa mansión al sur de California. En esta ocasión fue Xi el guía que mostró al presidente de EE.UU. la arquitectura y los jardines de Zhongnanhai, lugar con un gran simbolismo ya que bajo su techo han vivido grandes líderes como Mao o el precursor de la apertura, Deng Xiaoping.

«Cuando EE. UU. y China son capaces de trabajar de forma efectiva, el mundo entero se beneficia», afirmó Obama lanzando una declaración de intenciones al máximo dirigente chino. Aunque los dos países han firmado acuerdos durante la cumbre de la APEC, siguen enfrentados por cuestiones territoriales, por acusaciones de ciberespionaje o por sus intereses comerciales en la región Asia-Pacífico, en la que ambos quieren llevar las riendas.

Pero a pesar de sus diferencias, las dos principales potencias han mostrado su interés en hacer más sólidas sus relaciones diplomáticas. Destacan los acuerdos para flexibilizar los visados o la reducción de los aranceles para bienes de tecnología de la información. Además, se espera que la reunión prevista para hoy en el Palacio del Pueblo de Pekín, sirva para aproximar posturas sobre la lucha contra el terrorismo, la corrupción o en asuntos sobre Irán y Afganistán.

Lo que probablemente nunca se sabrá es si en ese paseo informal Obama felicitó a Xi por lograr el apoyo de los 21 países que integran la APEC para la creación de una zona de libre comercio en la región (FTAAP). Este proyecto, que se ha debatido durante años, choca con el que abanderaba EE.UU., la Asociación TransPacífica (TPP), que contaba con doce de los 21 miembros de la cumbre y sin embargo pretendía excluir a China.

De esta forma, Pekín se ha erigido no solo como el motor de crecimiento de la región Asia-Pacífico sino también como el impulsor estratégico. Con un Obama en horas bajas después del batacazo de las legislativas, y con un Putin debilitado por el aislamiento de Occidente por la crisis ucraniana, China ha sabido aprovechar la ocasión para marcar el camino, según sus propios intereses.