Abás ataca a Israel y a Hamás en los actos de recuerdo a Arafat

Laura Fernández Palomo AMÁN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El líder palestino acusa a Netanyahu de buscar una «guerra religiosa»

12 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Contó Simón Peres que, tras la firma de los Tratados de Oslo en 1993, Yaser Arafat le dijo: «Fíjate lo que me has hecho: de ser un personaje popular para mi pueblo, me has convertido en una personalidad polémica ante los palestinos y todo el mundo árabe». El reproche hacía referencia a las concesiones que el entonces líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) tuvo que hacer para iniciar un frustrado plan de paz, entre ellas, rechazar el mapa de la ONU de 1948 y aceptar las fronteras de 1967 que incluía las ocupaciones de Israel en Cisjordania.

Pero diez años después de su muerte, Arafat no es ni mucho menos un polémico recuerdo, como mostraron ayer miles de palestinos en Ramala. Una vez el padre del pueblo declaró desde el estrado de la Asamblea de la ONU tener un arma en una mano y una rama de olivo en la otra y pidió: «No dejéis que caiga la rama de olivo». Una apuesta por la paz a recordar en este convulso período de tensiones y violencia que se vive en Israel y los territorios ocupados, el peor desde la intifada del 2000 al 2005. Tras depositar flores en la tumba de Arafat en Ramala, el presidente palestino, Mahmud Abás, acusó ayer a Israel de arrastrar la región a una «guerra religiosa» y arremetió también contra Hamás.

Mensaje de Barguti

Soplan vientos de una nueva intifada aunque ninguna de las partes se atreve a declararla como tal por las consecuencias que conllevaría. Las fuerzas de seguridad israelíes mataron ayer a tiros a un palestino en Cisjordania, un día después de los ataques que causaron la muerte a un soldado y a una mujer israelíes. Fuentes oficiales israelíes insisten en que los ataques no son organizados, así que no se puede hablar de rebelión. Sin embargo, ha sido el emblemático líder preso Maruan Barguti quien pidió ayer la vuelta a una resistencia armada a través de una carta pública, en la que además reclamó la revisión de las prioridades y misiones de la Autoridad Palestina que ahora lidera Abás.

Barguti es el único, según el 60 % de los encuestados en el 2012, que puede heredar el carisma de Arafat y sustituir al actual presidente palestino, que no goza de la simpatía entre la población.

Abás cargó ayer contra Israel, pero también contra Hamás, al que responsabiliza de los ataques de estos días contras líderes de Al Fatah en Gaza. De hecho, los actos oficiales por el décimo aniversario de la muerte de Yaser Arafat se cancelaron en la Franja por motivos de seguridad.

La conmemoración reflejó, realmente, la fractura entre los palestinos. El Gobierno unitario que se acordó a principios de verano quedó ayer en entredicho con la arenga de Abás. «Todos los días hablan en contra nuestra, igual que los israelíes. Dicen exactamente las mismas palabras, usan la misma retórica», declaró. Hamás no tardó en responder calificando los comentarios de «mentiras», «insultos» y «desinformación», cuando «el pueblo palestino necesita a un presidente valiente».