Los republicanos lanzan su venganza contra Obama

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Derogar la reforma sanitaria y aprobar un controvertido oleoducto son las prioridades de su agenda legislativa

07 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Barack Obama convocó una primera reunión con sus rivales republicanos para hoy en la Casa Blanca. A ella asistirán los que serán jefes a partir de enero de la Cámara de Representantes, John Boehner, y del Senado, Mitch McConnell. En teoría van a buscar vías de encuentro para impulsar nuevas leyes a pesar de sus diferencias ideológicas. Pero un día antes de la reunión, los dos republicanos publicaron un artículo en el Wall Street Journal en el que detallan su agenda legislativa para los dos próximos años, claramente opuesta a los deseos de Obama. La venganza parece estar servida.

Lo primero a lo que se refiere es a la necesidad de derogar la reforma sanitaria. Esta ley es la estrella de la presidencia de Obama. Prácticamente ningún republicano está de acuerdo con ella, pero los más conservadores la han atacado ferozmente. Las explicaciones que dan Boehner y McConnell en su artículo parecen más dirigidas a calmar a sus partidarios que a una intención real de intentar derogarla. El propio McConnell se refirió a que era prácticamente imposible, a las pocas horas de ganar el 4-N. Y Obama ya anunció antes y repitió el miércoles que utilizará su derecho al veto para impedirlo.

El resto de asuntos que completan la agenda republicana están centrados en la economía, sobre todo en el área de la energía. La aprobación del controvertido oleoducto Keystone XL que uniría Canadá con las refinerías estadounidenses será una de las primeras medidas que aprobará el nuevo Congreso de mayoría republicana. En el artículo McConnell y Boehner dicen que su intención es «eliminar barreras para la creación de empleo y abaratar los costes energéticos para las familias» y parece que tras esa frase se esconde el intento de anular varias de las leyes medioambientales aprobadas en los últimos años para reducir la emisión de CO2. En esta área se espera una dura batalla porque también Obama ha anunciado que podría utilizar su derecho al veto. Pero la postura republicana no es menos intransigente: pondrán al frente de la comisión de Medio Ambiente del Senado a James Inhofe, un escéptico que no acepta las pruebas científicas de que los combustibles fósiles son los causantes del calentamiento.

Batalla en inmigración

Las otras prioridades conservadoras son promover la reforma fiscal, mejorar el sistema educativo y reducir la deuda pública. Y ni una sola referencia a la inmigración en el largo artículo. Este va a ser otro de los asuntos de enfrentamiento con Obama, que ya anunció su intención de aprobar varias órdenes ejecutivas.

Cómo reaccionarían los republicanos si eso sucede lo dejó bien claro Mitch McConnell: «Será como agitar un trapo rojo delante de un toro».