Ucrania no tiene solución para volver a controlar el este del país

AFP

INTERNACIONAL

Miembros de la guardia de honor de Donetsk esperan la llegada del líder separatista Alexander Zakharchenko.
Miembros de la guardia de honor de Donetsk esperan la llegada del líder separatista Alexander Zakharchenko. MAXIM ZMEYEV | Reuters

El gobierno no tiene medios militares para tomar el control de la región prorrusa

04 nov 2014 . Actualizado a las 17:07 h.

El gobierno ucraniano enfrenta una situación sin solución aparente en el este del país: no hay medios militares para tomar el control de la región prorrusa, pero no puede abandonarlo por razones políticas y dejarlo en manos de los rebeldes después de mantener más de seis meses un mortífero conflicto. Reconocidas por Rusia, que ignoró las advertencias de los occidentales, las elecciones separatistas en las regiones de Donetsk y Lugansk significan seguramente la pérdida de esos territorios por Ucrania, luego de los de Crimea, unida en marzo a Rusia al término de una toma de control sin combates seguida de un referéndum.

El asunto de la recuperación por la fuerza del este de Ucrania ya no se plantea desde finales de agosto, cuando el ejército ucraniano, a punto de aplastar a la rebelión, sufrió un revés contundente al chocar con una potente contraofensiva lanzada por rebeldes, apoyados, según Kiev y los occidentales, por tropas regulares rusas, lo que desmiente Moscú. «Si Ucrania relanza su operación militar, Rusia responderá desplegando tantas fuerzas como sea necesario para detenerla», considera Olexandre Souchko, director del Instituto para la cooperación euroatlántica en Kiev.

Las autoridades ucranianas aseguran desde el domingo que observan de nuevo un despliegue «intenso» de tropas rusas en la cuenca hullera del Donbass, donde se encuentran ambas regiones rebeldes, mientras los medios de comunicación ucranianos y occidentales fueron testigos del paso de decenas de camiones militares sin placas.

«Suicidio político»

Los esfuerzos políticos también fracasaron, al rechazar los separatistas la oferta de Ucrania que proponía a las regiones «un estatuto especial» por tres años con más autonomía. Tras las elecciones del domingo en el este rebelde, el presidente ucraniano Petro Poroshenko anunció que revisará su plan de acción, en especial su oferta de «estatuto especial». «Ucrania perdió el control del Donbass por lo menos por cinco años. El poder ya lo comprendió hace tiempo y no se hace ilusiones. Pero reconocerlo públicamente sería un suicido político», subrayó el politólogo Taras Berezovets, director de la sociedad Berta Communications. «No podemos abandonar Donbass», admitió un alto responsable ucraniano encargado de la seguridad, que pidió el anonimato.

Las cifras son claras, un 54 % de los ucranianos consideran que se debe continuar con los combates para recuperar esos territorios, y solo un cuarto de las personas interrogadas es favorable a su abandono -y por consiguiente su cesión a Rusia- a cambio de la paz, según una encuesta realizada en octubre por el instituto ucraniano Gorchenine.

Con el tiempo, la guerra en el este del país podría transformarse en un «conflicto congelado», como es el caso en las regiones separatistas georgianas de Abjazia y de Osetia del Sur o en Transnistria, que proclamó unilateralmente su independencia de Moldavia, otra ex-república soviética. Todos esos territorios que conocen una situación económica difícil y no son reconocidas por la comunidad internacional, son gobernados por prorrusos. Frente a esta perspectiva, Ucrania busca aislar la zona de conflicto para prevenir y limitar los daños.

Las autoridades comenzaron a instalar puestos de guardias fronterizos a lo largo de la línea del frente y amenazan con cortar el gas a todos los consumidores de la región rebelde, donde las temperaturas invernales bajan hasta los 20 grados bajo cero. Al organizar sus elecciones, los rebeldes «dijeron que estaban listos para asumir sus responsabilidades». Pues «que aseguren las necesidades vitales de Donbass», donde la mayoría de las empresas no funcionan a causa de las hostilidades, declaró un responsable ucraniano encargado de la seguridad. Algunos consideran incluso que las autoridades prooccidentales de Ucrania podrían beneficiarse de esta situación cesando las subvenciones a la industria, parte de la cual no es rentable, y desembarazándose de esas regiones rusófilas opuestas al acercamiento con la Unión Europea.

«Ya basta de alimentar a Donbass», dijo en su página Facebook el analista político Yuri Romanenko, ferviente partidario del divorcio con el territorio rebelde. «Hay que parar las tentativas de retomar Donbass (...) y concentrarse en la protección de los habitantes pro-ucranianos», evacuándolos y ayudándolos a instalarse en otras regiones, considera Olexandre Souchko, más moderado.