Los rumanos eligen hoy a su presidente con la corrupción como telón de fondo

Isabelle LE PAGE BUCAREST / AFP

INTERNACIONAL

Las elecciones son consideradas un test sobre su relación con la Unión Europea

02 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los rumanos votan hoy en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el primer ministro Víctor Ponta figura como favorito, con la lucha contra la corrupción como telón de fondo. El socialdemócrata Ponta se enfrenta a otros trece pretendientes en la primera vuelta pero su único rival es el líder de la Alianza de la Derecha (ACL), Klaus Iohannis, que forma parte de la minoría alemana.

Estas elecciones se consideran cruciales para Rumanía, pero también para Europa del Este. A la UE le preocupa el caso de la vecina Hungría, donde el Gobierno conservador ha tomado medidas denunciadas como liberticidas y antidemocráticas.

El nuevo presidente rumano, encargado de firmar tratados internacionales y nombrar a los altos cargos, «tendrá que garantizar que el país sigue mirando hacia el Occidente» y «consolidar su sistema inmunitario» contra la corrupción, protegiendo la independencia de la justicia, según Corina Rebegea, del centro de análisis de políticas europeas (CEPA) en Washington.

«Estas elecciones pueden ser un test de madurez para Rumanía», augura este experta. El país, el más pobre de la Unión Europea después de Bulgaria, necesita un presidente capaz de demostrar a los ciudadanos «que los 25 años de transición no han sido en vano y en particular convencer al 40 % de personas que creen que la vida era mejor durante el comunismo».

¿Justicia en peligro?

Aunque la Justicia ha hecho grandes progresos, incluso enviando a prisión hace dos años a un ex primer ministro condenado por corrupción, los observadores temen el regreso de esta. La campaña electoral ha estado marcada por numerosas inculpaciones o anuncios de investigaciones por la fiscalía anticorrupción (DNA), en muchos casos contra aliados políticos del primer ministro. Aunque Ponta se ha comprometido a defender la independencia de la Justicia, sus críticas contra la DNA inquietan.

En diciembre del 2013, los miembros de su coalición aprobaron en el Parlamento una serie de enmiendas para dar inmunidad a los diputados, una legislación que finalmente no prosperó pero que hizo saltar las alarmas.

Por eso Laura Stefan, del think-tank Expertforum de Bucarest, teme que los amigos políticos de Victor Ponta lo presionen cuando sea presidente para «cambiar el rumbo de la justicia». Los expertos esperan que la vigilancia de Bruselas evite la corrupción. «Tener que pedir ayuda a la UE me da vergüenza», afirma sin embargo Monica Macovei, diputada europea, candidata independiente y exministra de Justicia.