Los yihadistas se han fijado un objetivo muy claro: «en cinco años España volverá a ser Al Andalus»
27 sep 2014 . Actualizado a las 15:25 h.Simpatizante del ISIS se fotografía ante el Palacio de la Aljafería de Zaragoza. pic.twitter.com/loQ7adeBa2
— Gorka Lecumberri (@GorkaLecumberri) septiembre 22, 2014
La consigna es clara: difundir masivamente el apoyo hacia el Estado Islámico como sucedió con un vídeo, emitido en julio, en el que dos yihadistas, haciendo uso del español, piden que «Andalucía» forme parte de su califato. «España es la tierra de nuestros abuelos y vamos a liberarla con el poder de Alá», amenaza el orador. Hace semanas, se emitió un segundo vídeo en el que un líder del EI empuña una espada y promete, ante un grupo de yihadistas armados, conquistar Jerusalén, Roma y Al Andalus.Con todo, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, precisó hace unos días que la amenaza no es «especialmente intensa» en el caso de España pese a las referencias en algunos vídeos e imágenes a Al Andalus. «No es más que propaganda para hacer daño a la comunidad musulmana», afirma el de la Comisión Islámica, Riay Tatary, que resta importancia a estas acciones. «No es una amenaza, España no es un objetivo real para ellos», sostiene.El jefe de la Unidad de Ciberseguridad de la Guardia Civil, el teniente coronel Luis Fernando Hernández, lo tiene claro. «No existe medio material» que impida que los terroristas no difundan lo que quieran a través de internet, como la reciente difusión de las ejecuciones a dos ciudadanos estadounidenses y dos británicos.Pese a todo la situación puede dar un giro inesperado hacia nuestro país, desde que hace unos días el Estado Islámico ordenase decapitar o estrangular a cualquier ciudadano de un país de la coalición internacional, integrada por una treintena de países, entre ellos España. Y hay más. Las últimas operaciones policiales contra células implantadas en España, como la desarrollada este viernes en Melilla y Nador (Marruecos), para la captación y envío de yihadistas tienen un elemento en común que no es otro que enrolarse en el EI. La conclusión: estas siglas ya no son extrañas en nuestro país.