Cameron promete más autonomía a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte

rita álvarez LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Cree que el debate sobre la independencia queda zanjado para una generación

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

David Cameron compareció a primera hora de la mañana en su residencia oficial de Londres. «El resultado ha sido claro», reconoció el primer ministro con gesto relajado pero sin alardes triunfalistas. Según dijo, el debate sobre la independencia «queda ahora zanjado para una generación y quizás, como dijo Alex Salmond, para toda la vida».

Sin embargo, abrió la puerta a un reajuste de las atribuciones que tiene el Estado, con cesión de competencias a los territorios que lo forman. «Es la hora de que todo Reino Unido se una y se mueva hacia adelante. Una parte vital para ello será un acuerdo equilibrado, que sea justo para los escoceses. Pero también es crucial que lo sea para cada ciudadano de Inglaterra, de Gales e Irlanda del Norte», dijo.

Conforme a lo esperado, se comprometió a acelerar nuevas transferencias a Escocia. «Cumpliremos lo que prometimos», confirmó. Según una programación que fue difundida ayer, en octubre se empezarán a publicar las propuestas de traspasos. A partir de un debate en la Cámara de los Comunes el día 16, pasarán a formar parte de un Libro Blanco en noviembre. En enero, probablemente el día 25, coincidiendo con una de las fiestas de referencia en el calendario escocés, la Noche Burns, se presentará el borrador de la Ley de Escocia, que llegaría a tiempo para el denominado Discurso de la Reina, en el que el Gobierno británico anuncia las perspectivas legislativas para el año entrante. Cameron nombró a lord Smith of Kelvin para supervisar la marcha del proceso. Algunos cálculos estiman que las nuevas competencias permitirán al Parlamento de Edimburgo recabar 2.000 millones de libras más, así como aumentar su capacidad de gestión de impuestos clave, como el IRPF.

Sin esperar a que los líderes territoriales de Gales, Irlanda del Norte se lo demandasen explícitamente, cosa que hicieron a lo largo del día, Cameron se mostró inclinado a tener en cuenta también sus demandas autonómicas. «Se ha de oír también la voz de Inglaterra», añadió en un intento de aplacar el malestar que ha suscitado el referendo escocés entre sectores de la opinión pública inglesa. Para Cameron, la votación de ayer fue «una señal del poder y la vitalidad de nuestra vieja democracia». El primer ministro se reivindicó frente a sectores de su partido que le recriminan haber pactado la consulta sin que fuera necesario y dijo que no se arrepiente de «haber dado a los escoceses el derecho a votar su propio futuro».

Por su parte, el liberaldemócrata Nick Clegg, expresó su alegría por la «decisión trascendental» tomada por los escoceses. Para Clegg, en un mundo incierto y peligroso, no hay duda de que «somos más fuertes, más seguros y más prósperos juntos que si estuviéramos separados». En su opinión, estamos ante un «nuevo capítulo» para Escocia dentro del Reino Unido, pero también delante de una «amplia reforma constitucional» para el país.