La UE concede tiempo a Rusia y retrasa las nuevas sanciones

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Eslovaquia bloqueó hasta el último minuto las negociaciones para castigar a Moscú

09 sep 2014 . Actualizado a las 12:16 h.

La Unión Europea suma y sigue en la tanda de sanciones impuestas a Rusia por su papel en la crisis ucraniana. Los Veintiocho acordaron ayer endurecer las restricciones a Moscú al no constatar el cese del flujo de armas y soldados hacia el este de Ucrania y la falta de voluntad de Vladimir de Putin para poner fin al conflicto. Pero, en esta ocasión, la UE otorga a Rusia tiempo suficiente para verificar si el alto el fuego decretado es real.

«La puesta en marcha de las sanciones tendrá lugar en los próximos días, tiempo durante el cual se podrá valorar la implantación del alto el fuego acordado en el plan de paz», anunció el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tras la reunión que mantuvieron a nivel de embajadores. De no ser así, a Moscú le esperan más restricciones en los mercados de capitales, en el sector energético, en la exportación e importación de tecnologías sensibles, en los equipos de defensa y los bienes de doble uso (civil y militar). Si por el contrario, Putin decide dar un paso atrás, Bruselas está lista para hacer «una revisión global o por partes de las sanciones» con el fin de retirarlas.  

Negociaciones difíciles

Las negociaciones no fueron fáciles y se alargaron hasta la noche. En el seno de la UE se ha abierto un frente contrario a las sanciones liderado por Eslovaquia. A él se suman la República Checa, cuyo primer ministro, Bohuslav Sobotka, ya había amenazado con utilizar su «derecho de enmienda» para bloquear esta nueva ronda de sanciones, y Hungría. Los tres países consideran que sus economías se verán amenazadas por las restricciones en la exportación de equipamiento de doble uso. Austria, Finlandia, Suecia, Chipre y Alemania abogaron por dar más tiempo a Moscú y verificar el alto el fuego.  

Por el momento los bancos rusos siguen sin poder financiarse a largo plazo en los mercados europeos y los proyectos para las prospecciones en el Ártico se han paralizado por las restricciones impuestas a la exportación de tecnología europea a la industria petrolera rusa. Se han suspendido todos los acuerdos futuros sobre armamento y congelado los activos de una larga lista de líderes separatistas y altos cargos relacionados con el Kremlin que tampoco podrán viajar a la UE.