Saltan las alarmas en Londres por el avance del nacionalismo escocés

redacción / la voz

INTERNACIONAL

Una partidaria de la independencia interrumpe un acto de los unionistas en Edimburgo.
Una partidaria de la independencia interrumpe un acto de los unionistas en Edimburgo. ANDY BUCHANAN < / span>afp< / span>

La libra se deprecia y cae a su nivel más bajo en los diez últimos meses

09 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Es un camino de sonámbulos hacia la tragedia», dijo el alcalde de Londres, Boris Johnson, parafraseando el título del libro de moda sobre el origen de la Primera Guerra Mundial. La frase resume a la perfección el sentimiento de desconcierto y de nerviosismo que se ha apoderado de la clase política londinense tras la publicación de un sondeo que pronostica el triunfo de los independentistas en el referendo del próximo día 18.

Este mismo fin de semana otra encuesta daba ganador al «no» por cuatro puntos de ventaja, pero su resultado no tranquilizó a nadie porque de repente las expectativas se han transformado. La distancia entre ambos bandos, que se consideraba insalvable para los nacionalistas escoceses hace nada, se ha acortado hasta tal punto que nadie puede decir con certeza que el Reino Unido no esté viviendo sus últimos días.

Hay un dato que lo revela. Ayer se cayó en la cuenta de que el Gobierno no tiene ningún plan de contingencia ante la eventualidad de que, efectivamente, se produzca la segregación. ¿Cómo hay que actuar? ¿Qué se debe hacer en ese supuesto? «El Gobierno está totalmente centrado en defender que el Reino Unido siga junto y en que Escocia continúe formando parte del Reino Unido», se defendió el portavoz oficial del primer ministro al ser preguntado por un periodista.

El responsable de la campaña por el «no», el laborista Alistair Darling, intentó calmar al bando unionista con la revelación de que ya preveían una disminución de la brecha entre los dos bandos en la recta final de la campaña. Pero sus palabras apenas tuvieron efecto. La incertidumbre hizo bajar la libra a su nivel más bajo en diez meses frente al dólar y el euro, además de causar un impacto negativo a los activos escoceses en la Bolsa de Londres. La divisa se depreció un 1 % frente al euro (1,24) y el dólar (1,6156), su peor nivel desde noviembre de 2013, mientras que el Royal Bank of Scotland bajó durante la jornada un 3 % y la aseguradora Standard Life se depreció un 2 %.

La reacción de Cameron y de otros líderes, como el laborista Ed Miliband, es otro indicador de que en Westminster saltaron las alarmas. Ambos viajarán a Escocia en la recta final de la campaña, contraviniendo el plan inicial que aconsejaba un perfil bajo al primer ministro dada su impopularidad en la región.

Otro cambio se refiere al acontenido de la campaña. Tras varios meses centrándose únicamente en señalar los inconvenientes de la separación, el Partido Laborista detalló ayer un calendario para la transferencia de más competencias a la región si prospera el «no». El encargado de exponer los planes fue el exprimer ministro británico Gordon Brown, escocés y una de las figuras más creíbles del campo unionista. Brown aseguró que, si se queda en el Reino Unido, el día 19 se empezaría a redactar «la ley de Escocia», para transferirle las competencias fiscales y servicios públicos que hasta ahora no ha tenido.