El plan de EE.UU. para derrotar al Estado Islámico durará tres años

R.P. Redacción / La voz

INTERNACIONAL

Un peshmerga con un lanzagranadas ante una aldea controlada por el EI cerca de Mosul.
Un peshmerga con un lanzagranadas ante una aldea controlada por el EI cerca de Mosul. A. JADALLAH < / span>REUTERS< / span>

Irak presenta un nuevo Gobierno sin las carteras claves de Defensa e Interior

09 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos días antes del aniversario del 11-S, Barack Obama presentará hoy a los estadounidenses y al Congreso el plan de acción para derrotar al nuevo enemigo número uno de Washington: el Estado Islámico (EI) en Irak y Siria. Un plan que se prolongará tres años, es decir hasta después de que el presidente demócrata deje la Casa Blanca en el 2016.

Por los datos adelantados por fuentes oficiales a The New York Times, la operación constará de tres fases. La primera ya está en marcha. Se trata de la actual campaña de ataques aéreos en Irak (145, en el último mes) para frenar el avance del EI, proteger a las minorías de yazidíes y cristianos y al personal estadounidense desplegado (diplomático, militar y de inteligencia).

La siguiente fase comenzará después de que el primer ministro Haidar al Abadi forme un nuevo Gobierno que incluya a suníes, chiíes y kurdos. Anoche la mayoría de los ministros que integran el nuevo Ejecutivo juraron su cargo tras recibir el visto bueno del Parlamento. Pero falta por consensuar entre las fuerzas políticas quiénes ocuparán las carteras claves de Interior y Defensa. Al Abadi prometió que una semana presentará nuevos nombres para ocupar esos ministerios.

Con ese Gobierno, EE.UU. debería coordinar como equipar y asesorar a las fuerzas iraquíes, a los combatientes kurdos y, posiblemente, a las milicias tribales suníes en la lucha contra el EI.

La fase final es la más dura y políticamente controvertida: destruir al Estado Islámico en su bastión en Siria. Algunos estrategas del Pentágono consideran que esta fase de la campaña durará al menos 36 meses, es decir quedará en manos de presidente que suceda a Barack Obama.

Las dudas árabes

El Departamento de Estado aseguró ayer que más de 40 países han aceptado participar de diferentes formas en la coalición contra el EI. Su titular, John Kerry, viaja hoy a Jordania y Arabia Saudí para intentar que se unan a la alianza propuesta por Obama. No lo tiene fácil. La Liga Árabe aprobó este fin de semana una insulsa resolución en la que habla de aumentar su coordinación contra el yihadismo, pero evita mencionar su posible participación en la coalición. Arabia Saudí y Catar, que financian a los grupos armados de la oposición siria, no quieren que acabar con el Estado Islámico termine reforzando al régimen de Bachar al Asad.

Durante la cumbre de la OTAN, Obama logró perfilar una lista de unos diez países occidentales. Pero tampoco entre estos socios lo tiene fácil. Turquía teme que las armas enviadas a los kurdos en Irak acaben en manos de la guerrilla del PKK y países como Francia o Alemania no quieren ni oír hablar de participar en ataques sobre Siria.

Obama informó ayer formalmente al Congreso de EE.UU. de que ha ampliado su campaña de ataques contra los yihadistas en la estratégica presa de Haditha, en la provincia de Al Anbar, situada en el oeste de Irak. Hasta ahora los bombardeos se había limitado al norte del país árabe.

Las fuerzas iraquíes anunciaron ayer la expulsión de los insurgentes de los alrededores de la presa, la segunda en aportación de energía hidroeléctrica de Irak, gracias de los ataques aéreos de cazas y drones estadounidenses.