La donación está estimada en 1,9 millones de euros ya que Reino Unido quiere apoyar a un un país «soberano y democrático»
10 sep 2014 . Actualizado a las 09:20 h.Reino Unido enviará a Irak armamento pesado y municiones para ayudar a las tropas kurdas a combatir a los militantes del Estado Islámico (EI), según informó el Ministerio de Defensa. El titular británico de Defensa, Michael Fallon, señaló que se trata de una donación, cuyo coste para el Reino Unido está estimado en 1,6 millones de libras (1,9 millones de euros), e insistió en que Londres está comprometido a ayudar al Gobierno de Bagdad. «Las fuerzas kurdas están aún mucho menos equipadas que el EI y nosotros respondemos con una ayuda para que puedan defenderse y proteger a sus ciudadanos», subrayó el responsable de Defensa. Los yihadistas del EI han tomado el control de amplias áreas de Irak y Siria, y el pasado junio declararon la creación de un «califato» o estado islámico.
El envío del armamento se conoce tras la formación del nuevo Gobierno de unidad iraquí, formado por chiíes, suníes y kurdos. Fallon destacó que el Reino Unido quiere apoyar a un Irak «soberano y democrático», que pueda repeler el avance del EI y restablezca la estabilidad y seguridad del país. Por su parte, el ministro de Exteriores, Philip Hammond, expresó su satisfacción por la formación del nuevo Gobierno iraquí -con el chií Haider Abadi como primer ministro- y consideró que supone un paso importante para afrontar la amenaza de los yihadistas. «Este es un primer paso importante para atender los desafíos políticos, humanitarios y de seguridad que afronta Irak. Es ahora vital que todos los bloques políticos trabajen juntos para superar esos desafíos», subrayó el jefe de la diplomacia británica. «Vamos a seguir apoyando al pueblo de Irak y su nuevo Gobierno, en la búsqueda de la paz y la prosperidad. El Gobierno británico trabajará estrechamente con el nuevo Gobierno de Irak», agregó.
Reino Unido ha manifestado la preocupación por el aumento de la violencia del EI tras el asesinato de los periodistas estadounidenses Steven Sotloff y James Foley y la amenaza de matar al rehén británico David Haines.