Huelga general en Argentina contra Cristina Fernández

Agustín Bottinelli BUENOS AIRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La policía evita que los huelguistas cortaran ayer una carretera en Buenos Aires.
La policía evita que los huelguistas cortaran ayer una carretera en Buenos Aires. ENRIQUE MARCARIAN < / span>reuters< / span>

Tras el paro están las luchas internas dentro del peronismo por la candidatura a las elecciones presidenciales del 2015

28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hoy los argentinos sufren una nueva huelga general, que algunos sectores iniciaron ayer, promovida por el ala opositora de la Confederación General del Trabajo (CGT), la tradicional central obrera peronista que con Cristina Fernández se escindió en dos llevándose algunos gremios del lado del oficialismo.

Si bien los motivos son básicamente económicos, como la quita del llamado impuesto a las ganancias que grava los salarios de más de 15.000 pesos (1.300 euros) y la demanda de que baje la inflación, que este año alcanzará casi el 40 %, en el fondo lo que hay son razones políticas. En Argentina ya comenzó la precampaña para las elecciones presidenciales de octubre del 2015 y los sindicatos desempeñarán un papel importante en ellas, como sucede desde que el peronismo llegó al Gobierno en los 40.

Hugo Moyano, secretario general de la CGT, y representante del gremio de camioneros, que fue aliado de Néstor Kirchner en su primer mandato, es el dirigente sindical con más fuerza. Más adelante se enfrentó con Cristina Fernández y ahora desafía a su Gobierno tratando de debilitarlo cuando el país atraviesa una severa crisis económica con varios frentes internos y externos abiertos, como el problema de los fondos buitre. A la presidenta, que estos días recuperó parte de su credibilidad al demonizarlos, esta huelga la golpea en su intento de recuperar poder para ver si puede instalar definitivamente a un sucesor fiable para las presidenciales, que podría ser su aliado circunstancial Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Cristina sabe, por experiencia, que el peronismo no tiene códigos a la hora asumir traiciones políticas. De hecho, uno de los candidatos con más bazas es Sergio Massa, que fue jefe del Gabinete de ministros de la presidenta y hoy se ha convertido en su más feroz opositor.

Los sindicalistas y los partidos políticos saben que la medida de fuerza no modificará la actitud del Gobierno de negarse a aceptar las demandas de la clase trabajadora. Además, la UTA (que aglutina al sector del transporte público) no se suma a al huelga, lo que hubiera tenido un impacto clave en la convocatoria. Por eso ayer los sindicatos ya anunciaron que, si dentro de unas semanas no hay respuestas, las huelgas serán más prolongadas, hasta llegar a la convocatoria de un paro indefinido que paralizaría virtualmente al país en un momento delicado que a muchos recuerda la crisis del 2001.