Los yihadistas enviaron un mensaje a la familia de Foley días antes de matarlo

Colpisa

INTERNACIONAL

El «Global Post» publica íntegramente un correo electrónico en el que el Estado Islámico amenaza con que no parará hasta «aciar su sed de venganza»

22 ago 2014 . Actualizado a las 23:57 h.

Global Post, la agencia para la que trabajaba el periodista James Foley -secuestrado en Siria en noviembre del 2012 y decapitado por el Estado Islámico el pasado miércoles- ha publicado íntegramente el último correo electrónico que recibió la familia del reportero cuatro días después del primer bombardeo de las fuerzas estadounidenses en el norte de Irak.

Era la segunda comunicación que tenían los Foley tras la mantenida en noviembre del 2013 y en la que los secuestradores pedían un rescate de 100 millones.

El correo del 12 de agosto no incluía peticiones; era un mensaje para el «Gobierno y sus ciudadanos-oveja» en el que criticaban que no hubieran pagado el rescate -como habían hecho otros países- o aceptado el intercambio de prisioneros como el de la «hermana Afia Sidiqqi». «Se os dieron muchas oportunidades», remarcaba el mensaje. Ante la falta de interés por negociar, los yihadistas anunciaban que sus espadas estaban en alto «hacia el Gobierno y los ciudadanos por igual». Ellos, añadía la misiva, pagarían el precio de los bombardeos y el primero sería Foley.

«Será ejecutado como resultado directo de vuestras transgresiones hacia nosotros». También advertían que no pararían hasta que saciasen «su sed de sangre».

Críticas a Obama

Desde que el presidente Barack Obama autorizó los ataques aéreos en el norte de la región, para proteger a la población estadounidense de Erbil y ayudar al Gobierno de Irak, las fuerzas áreas han llevado a cabo 93 bombardeos contra las milicias del EI. Los últimos tuvieron lugar este viernes en los alrededores de la presa de Mosul. Una decisión que fue bien acogida hace dos semanas, aunque despertó los fantasmas de la Guerra de Irak y Obama ha insistido en que no habrá tropas en el terreno. Las críticas se han abierto en otros frentes. No han sentado bien las imágenes que se han hecho públicas del presidente el miércoles en su clase de golf en Martha's Vineyard (Massachusetts), donde está de vacaciones, poco después de comparecer ante los medios, hablar con la familia de Foley y mostrarse consternado por el «brutal asesinato».