Alemania y Francia conmemoran juntos la Gran Guerra

Hervé ASQUIN HARTMANNSWILLERKOPF / AFP

INTERNACIONAL

Hollande y Gauck ponen a sus países como ejemplo de reconciliación

04 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los presidentes de Francia, François Hollande, y de Alemania, Joachim Gauck, conmemoraron ayer el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial en el pico de Hartmannswillerkopf que domina la Alsacia e hicieron un llamamiento a seguir avanzando en la construcción europea.

«Francia y Alemania, más allá de los sufrimientos y del duelo, tuvieron la osadía de reconciliarse. Fue la mejor manera de rendir homenaje a los muertos y de dar a los vivos garantías de paz», dijo Hollande en su discurso. El jefe del Elíseo puso esa reconciliación de ejemplo concreto para el conflicto palestino-israelí.

«Es cierto, Europa es un proyecto difícil pero las generaciones que nos precedieron, a nuestros ancestros que lucharon aquí en Hartmannswillerkopf, o en el Marne o en Verdún ya les habría gustado tener nuestros problemas», dijo por su parte Gauck. En este sentido, señaló hay que plantar cara a las corrientes populistas que ganan votos con su antieuropeísmo.

Cuando se cumplen cien años de la declaración de guerra de Alemania a Francia, los dos presidentes abogaron por la idea de Europa desde este lugar donde hubo combates entre ambos países y que los soldados franceses (los llamados poilus) bautizaron como «El viejo Armando». Acompañados por cerca de 60 excombatientes, Hollande y Gauck recorrieron juntos la «trinchera de honor» que conduce a la cripta del Monumento de Hartmannswillerkopf que conmemora las víctimas del conflicto.

Museo conjunto

Los dos presidentes también firmaron una declaración común en la ceremonia de colocación de la primera piedra del museo Hartmannswillerkopf, que abrirá en el 2017, la primera institución dedicada a esta guerra creada conjuntamente por los dos Estados que fueron enemigos.

Hollande y Gauck se detuvieron unos instantes en la cripta, delante de un escudo de bronce debajo del cual se calcula que están las cenizas de 12.000 de los 30.000 soldados franceses y alemanes que murieron en los combates. Luego, bajo el objetivo de las cámaras, se dieron un cálido abrazo.

«Es un testimonio de la fuerza de la amistad entre los dos países, que les permite mirar juntos su historia común, incluso la más dramática», subrayó la presidencia francesa. El simbolismo todavía mayor porque aquel 3 de agosto de 1914 abrió un período de 30 años de conflictos, rencores, masacres y barbarie entre Francia y Alemania.