El ataque terrorista en Xinjiang dejó al menos 100 víctimas

Rita Álvarez PEKÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La policía investiga un ataque llevado a cabo en marzo por uigures en la estación de tren de Kunming.
La policía investiga un ataque llevado a cabo en marzo por uigures en la estación de tren de Kunming. Afp< / span>

La policía mató a 22 independentistas, que asaltaron una comisaría armados con hachas y cuchillos, y detuvo a 41

31 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las noticias sobre Xinjiang llegan con cuentagotas tras el paso por el filtro de la prensa oficial y con pocas posibilidades de ser comprobadas, ya que el fuerte control y censura que Pekín ejerce en esta región autónoma del remoto noroeste del país van cada día en aumento.

La historia se repite. El lunes, según la prensa oficial china, decenas de civiles y terroristas murieron o resultaron heridos en un atentado que calificaron de terrorista. Sin embargo, no lo hicieron público hasta el martes, cuando la agencia oficial china Xinhua publicó que un grupo de hombres de la etnia musulmana uigur armados con cuchillos y hachas habrían atacado una comisaría y varios edificios oficiales.

«Los agentes de policía de la comisaría mataron a tiros a decenas de miembros del grupo independentista», comunicó la agencia, que explicó que los incidentes se produjeron en el distrito de Shache, en las proximidades del desierto de Taklamakán, en la región autónoma de Xinjiang.

La segunda parte de la historia llegó ayer miércoles, cuando los exiliados uigures publicaron que la cifra de muertos y heridos asciende a al menos 100, según palabras de Dilxat Raxit, portavoz del Congreso Mundial Uigur, una organización internacional que representa los intereses colectivos de esta minoría. En una entrevista posterior a AFP, Raxit afirmó: «Los uigures se levantaron para resistir a la política dominante extrema de China y se encontraron con la represión armada, y como resultado hubo muertos y heridos de ambos lados».

El periódico South China Morning Post, de Hong Kong, publicó que 22 terroristas resultaron muertos a tiros y otros 41 detenidos. Además, destacó que seis vehículos fueron incendiados y otros 31 saboteados.

Fuertes tensiones

Los incidentes ocurrieron mientras se celebraba la décima edición de una feria de productos de esta región asiática, que contaba con la participación de cerca de 1.600 empresarios y delegados de asociaciones de comercio.

Pekín culpa de los hechos a los extremistas que buscan la independencia de la región, mientras que los grupos uigures en el exilio y activistas de derechos humanos denuncian que Pekín obstaculiza la expresión de la lengua, la religión y la cultura de su etnia, lo que provoca fuertes tensiones.

Momentos después del atentado, el acceso a Internet fue bloqueado en dos condados del área de Kasghar, la cuna de la cultura uigur. Tanto la zona de Shache como la de Makit, bajo la administración de Kashgar, se han visto afectadas por varios incidentes violentos en los últimos años.

Sin ir más lejos, el mes pasado, la policía mató a tiros a 13 personas que atacaron una estación de policía. Un atentado suicida en mayo dejó 39 muertos en un mercado callejero en Urumqi, la capital de la región.

Xinjiang, rica en recursos naturales, está habitada históricamente por los uigures musulmanes de habla turca. La llegada en las últimas décadas de oleadas de han, el grupo étnico predominante en China, ha alimentado las tensiones étnicas.

Desde Amnistía Internacional afirman que los uigures se enfrentan a una discriminación generalizada en el empleo, la vivienda y las oportunidades de educación, así como a restricciones en la práctica religiosa y a la marginación política.