Los chiíes ejecutaron a 255 presos en Irak en represalia por el avance de los yihadistas

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Se han documentado cinco matanzas entre el 9 y el 21 de junio

13 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En Irak se ha ejecutado extrajudicialmente a 255 presos suníes en menos de un mes, según Human Rights Watch. «Los relatos apuntan directamente a las fuerzas de seguridad y a las milicias progubernamentales integradas en su mayoría por chiíes. Parece una amplia campaña para matar a los presos suníes a sangre fría», señala un comunicado oficial. Según Europa Press, se han documentado cinco matanzas entre el 9 y el 21 de junio en las que los 255 presos murieron por disparos, en al menos una acción quemados y en dos más por granadas lanzadas dentro de celdas. Ocho eran menores de 18 años.

Las ejecuciones se perpetraron a medida que los chiíes se retiraban de las regiones del este y el norte que iban cayendo bajo control del Estado Islámico. Las fuerzas de seguridad mataron a los suníes, según HRW, para evitar que se sumaran a los insurgentes y para vengar las ejecuciones del EI.

El Ejército iraquí abortó ayer un asalto del EI a una presa ubicada en la provincia de Al Anbar. Mató a unos 40 de sus combatientes, según Efe. El ataque fue perpetrado con morteros y ametralladoras contra las tropas del Ejército desplegadas en la presa de Hadiza y los puestos de vigilancia cercanos y del área próxima de Beraua.

El gobernador de Al Anbar, Ahmed Jalad al Ziabi, informaba ayer mismo de que cerca de 4.000 voluntarios habían llegado para alistarse a la capital provincial, Ramadi, desde las provincias de Bagdad, Kerbala, Nayaf, Basora y otras regiones de Irak. Al Anbar, la provincia más vasta de Irak, fronteriza con Siria, Jordania y Arabia Saudí, es de población mayoritariamente suní.

En junio, tanto el primer ministro en funciones, Nuri al Maliki, como el importante líder religioso chií, Alí al Sistani, pidieron voluntarios para luchar junto al Ejército contra los radicales suníes.