Cáritas abandona su actividad en Gaza debido a los bombardeos

EUROPA PRESS*+EUROPA PRESS

INTERNACIONAL

La oenegé católica sigue en contacto con hospitales y organizaciones religiosas palestinas para conocer las necesidades de las víctimas y envíar ayuda

10 jul 2014 . Actualizado a las 16:05 h.

Cáritas Jerusalén ha tenido que suspender sus programas en la Franja de Gaza, donde «no es capaz de funcionar plenamente» por los «la intensificación de los bombardeos» de Israel sobre la zona en el marco de la operación denominada Margen Protector, según un comunicado que ha remitido a las Cáritas internacionales. La oenegé explica que «la situación de grave riesgo para las vidas del personal médico» le ha llevado a suspender la clínica móvil, el centro de salud, los programas de salud psicosocial y tratamiento de enfermedades crónicas, y su servicio de acompañamiento para niños con prótesis víctimas de la guerra en 2008. Cáritas Jerusalén piensa que la situación en la Franja es insufrible dado que «Gaza ya está en una situación muy dramática, provocada por un estado de sitio que dura ya 12 años y haber sufrido tres guerras en ocho años, que se traduce en constantes cortes de energía y agua potable, y una elevada tasa de desempleo. Esta guerra complicará aún las vidas ya de por sí miserables de sus habitantes y aumentará su sufrimiento».

La organización de la Iglesia pide al mundo que no deje que los habitantes de Gaza, «que han pagado ya un precio excesivamente alto, sigan pagando más» y llama al fin de «la violencia y el derramamiento de sangre contra víctimas inocentes, especialmente contra mujeres y niños». A pesar del cierre de sus instalaciones sanitarias, Caritas Jerusalén hace todo lo posible por seguir acompañando al pueblo de Gaza, aunque reconoce que «sólo será posible llevar a cabo una operación de respuesta de emergencia una vez que hayan cesado los ataques armados» y que, en el caso de producirse «una eventual invasión terrestre, la puesta en marcha de esta operación humanitaria podría demorarse varias semanas».

Pese a este pronóstico, prepara una respuesta de emergencia de alcance indefinido, con un llamamiento a todas las Cáritas a colaborar. Sus dos coordinadores residentes en la ciudad de Gaza y un gestor de proyectos con sede en Jerusalén están en contacto permanente con los hospitales, el Ministerio de Salud, el resto de organizaciones católicas en la Franja y el párroco local para evaluar las necesidades inmediatas de las víctimas y coordinar con la máxima urgencia el envío y reparto de ayuda. La organización justifica que «todos tenemos el deber urgente de salvar sus vidas, sobre todo civiles, mujeres y niños que están muriendo cada día», y reconoce «el derecho de Israel a vivir en paz y de los israelíes a vivir con seguridad porque están viviendo en un miedo constante», pero considera que «no se consigue mediante la guerra y la agresión contra personas inocentes».

El comunicado concluye con el apoyo de Cáritas sobre la liberación del pueblo palestino «y por la apertura de Gaza al mundo», que solo será posible a través de «la justicia».