Berlín insta a abandonar Alemania al jefe de la CIA en la embajada de EE.UU.

EFE

INTERNACIONAL

Esta semana el gobierno teutón destapó dos presuntos casos de espionaje

10 jul 2014 . Actualizado a las 20:45 h.

El Gobierno alemán instó este jueves a abandonar el país al máximo responsable de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. en la Embajada de Berlín, tras destapar dos presuntos casos de espionaje en la última semana.

El supuesto espía en el Ministerio de Defensa, interrogado el miércoles por la fiscalía, ha sido la gota que ha colmado el vaso del Ejecutivo alemán, después del arresto de un presunto agente doble la semana pasada y las revelaciones de hace un año del extécnico de la CIA, Edward Snowden, sobre las que EE.UU. aún no ha dado explicaciones.

En un comunicado, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, aseguró que este paso se ha tomado «a la luz de la investigación que lleva a cabo el fiscal general» en torno a los dos últimos casos y teniendo en cuenta «los meses transcurridos sin obtener respuestas sobre las actividades de los servicios secretos de EE.UU. en Alemania».

El jefe de la CIA en la embajada estadounidense en Berlín debe abandonar el país en los próximos días para evitar un proceso formal de expulsión, que implicaría declararlo primero «persona non grata», una decisión sobre la que la legación estadounidense ha preferido no pronunciarse.

Seibert, con palabras medidas, agregó que el Gobierno alemán se toma «muy en serio» este asunto, pese a que considera «indispensable» una cooperación «estrecha y en confianza» con Washington «en interés de la seguridad de sus ciudadanos y de sus misiones en el extranjero».

En términos muy similares se expresó poco después la Casa Blanca, que tildó de «esencial» que EEUU y Alemania continúen su cooperación en todo tipo de áreas, pese a la reacción de Berlín al escándalo.

El portavoz del Gobierno alemán advirtió por su parte que para mantener unas relaciones bilaterales cercanas son «necesarias» la «confianza mutua» y la «transparencia», dos elementos que Berlín «ofrece y espera de sus socios más estrechos».

Poco antes de este comunicado, la canciller, Angela Merkel, había abogado en una rueda de prensa por esperar a que la fiscalía concluyera su investigación para estudiar posibles consecuencias.

Merkel tachó de «pérdida de energía» el espiar a socios cuando hay «enormes problemas» en la actualidad como el del terrorismo yihadista, porque es preciso «concentrarse en lo esencial».

«La guerra fría ha concluido», las tareas de los servicios secretos en el siglo XXI deben ser otras muy distintas, y lo fundamental es mantener la «confianza» entre aliados que «comparten valores», manifestó.

«En estos tiempos lo decisivo es mantener la confianza, porque más confianza significa más seguridad», argumentó.

El ministro de Interior, Thomas de Maizière, avanzó que Alemania está decidida a «fortalecer» la protección de sus comunicaciones y las labores de contrainteligencia, «esenciales» para la defensa de la democracia.

Además, el ministro explicó que, según las primeras investigaciones, los supuestos espías solo habrían tenido acceso a informaciones «ridículas» no relevantes.

La fiscalía federal alemana anunció el miércoles que estaba investigando a una persona que trabaja en el Ministerio de Defensa alemán ante la posibilidad de que hubiese filtrado información a los servicios secretos de EE.UU., y además efectuó varios registros en Berlín y sus alrededores.

El miércoles de la semana pasada la fiscalía detuvo a un espía alemán acusado de actuar como agente doble para Washington, a quien desvió 218 documentos, según la investigación, entre ellos actas de la citada comisión que investiga la actividad de la inteligencia de EE.UU. en Alemania.

Snowden reveló que EE.UU. llevaba a cabo una intensa actividad de inteligencia en Alemania, donde intervenía millones de comunicaciones y mantenía pinchados varios teléfonos, entre ellos un móvil de Merkel.

El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, telefoneó ayer al secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y está previsto que aborden esta cuestión el fin de semana, ya que van a encontrarse en el marco de las negociaciones nucleares con Irán.