Renzi explota contra los banqueros y dice que Europa es de los ciudadanos

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

REMO CASILLI

Exige al presidente del Bundesbank que no se inmiscuya en la política italiana

05 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Es un lenguaje nuevo. Con un tajante «Europa es de los ciudadanos y no de los banqueros» reiteró ayer el jefe del Gobierno italiano Matteo Renzi su intención de cambiar la política económica de la Unión Europea para darle más importancia al crecimiento durante su semestre al frente de la UE. Renzi no hablaba de forma genérica. Respondía a las críticas realizads por el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, quien reaccionó al reciente discurso del primer ministro italiano en la Eurocámara poniendo en duda la voluntad de su gobierno de cumplir con sus obligaciones en materia de gasto y déficit.

Durante la rueda de prensa conjunta con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, celebrada en Roma tras la reunión de trabajo entre el ejecutivo comunitario y el italiano, Renzi quiso dejar claro que «no existe ninguna polémica» con el Gobierno alemán, saliendo así al paso de los comentarios que sugieren la existencia de tensiones entre él y la canciller Angela Merkel por este motivo. En la misma línea del discurso de presentación del semestre italiano en el Parlamento europeo, volvió a insistir en que «en Europa hay un pacto de estabilidad y crecimiento, no solo de estabilidad» y recalcó que la flexibilidad «no es una petición de Italia, es necesaria para Europa».

El ataque más duro de Renzi fue para el Bundesbak cuya tarea, según el presidente italiano, es la de «asegurar su propio objetivo estatutario y no inmiscuirse en el debate político italiano». «Yo no hablo de los bancos regionales o de las cajas de ahorro alemanes ni de cómo son gestionadas. Estas entidades son vigiladas por el Bundesbank y yo respeto el trabajo del Bundesbank», apuntó para añadir que, «cuando quiera hablar con nosotros, será bienvenido pero partiendo de la idea de que Europa es de los ciudadanos y no de los banqueros, ni alemanes ni italianos».

El jueves el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, había criticado la flexibilidad que propugna Renzi en relación con el Pacto de Estabilidad. A juicio de uno de los mayores halcones del rigor presupuestario, el Gobierno italiano no solo intenta relajar la disciplina sino que se caracteriza por anunciar reformas sin llegar a aplicarlas nunca. En su opinión, «aumentar la deuda no lleva al crecimiento».

Polémicas aparte, Renzi volvió a insistir en la necesidad que tiene la UE de renovar las instituciones comunitarias y a nivel nacional para que los ciudadanos recuperen la «esperanza» en Europa. El primer ministro italiano, que afirma representar a la generación formada con el Erasmus, el programa europeo de intercambio estudiantil, quiso dejar claro que las primeras reformas que está afrontando serán dentro de su propio país.

Según indicó, está preparando para ello un ambicioso programa, llamado de los «Mil días», que comprenderá desde septiembre a marzo de 2017, y que debe llevar a «la modernización de Italia».