El atentado de Gavrilo Princip sigue dividiendo a Bosnia

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Serbios y bosnios recuerdan por separado el atentado de Sarajevo

29 jun 2014 . Actualizado a las 18:37 h.

El epicentro de las conmemoraciones no podía ser otro: Sarajevo. Allí fue donde el 28 de junio de 1914 el joven estudiante serbobosnio Gavrilo Princip disparó y asesinó al archiduque Francisco Fernando y a su mujer Sofía, herederos al trono austro-húngaro, desencadenando una guerra fraticida que acabaría involucrando al mundo entero.

La historia es bien conocida, pero la población bosnia continúa dividida por la figura de Princip. La comunidad serbia reivindica su figura como un «héroe» nacional que les liberó de las garras del imperio austro-húngaro y sus tiranos, mientras musulmanes y croatas ven en él a un «terrorista» y un referente de las tropas que arrasaron el país durante la guerra de los Balcanes (1992-1995) tras la caída de la exYugoslavia. Los sentimientos encontrados y las visiones enfrentadas de su historia han marcado las celebraciones.

Croatas y musulmanes conmemoraron el centenario en Sarajevo, a donde acudieron personalidades políticas como el presidente austríaco, Heinz Fischer, o los líderes de Croacia y Montenegro. En el edificio reconstruido de la Biblioteca Nacional sonó el himno de Bosnia a cargo de la Filarmónica de Viena que cerró su concierto con el de la Unión Europea: «Deseamos crear un vínculo de amista. Deseamos ofrecer una visión de futuro común y de paz», declaró su presidente, Clemens Hellsberg.

Los serbobosnios se negaron a participar en los actos oficiales al considerar que los responsabilizaban del inicio de la guerra y que se falsifica la historia. Organizaron un contra evento en la ciudad de Visegrad donde homenajearon a Princip: «Fue un mensajero de libertad», manifestó el aclamado cineasta serbio, Emir Kusturica.

Nadie ignora la historia reciente de Bosnia y el asedio de Sarajevo, su capital. El recuerdo aún pone los pelos de punta porque las heridas entre serbios, croatas y musulmanes siguen abiertas. Las tensiones internas en el país persisten y por este motivo los líderes de la Unión Europea decidieron esquivar la cita de Sarajevo y adelantar los actos conmemorativos al pasado jueves en la ciudad belga de Ypres, otro de los escenarios emblemáticos de la Gran Guerra.

A la capital bosnia sí acudió el jefe de la delegación de la UE en el país balcánico, Peter Sorensen. «Este centenario nos recuerda que no existe un camino automático hacia la reconciliación. Esto es algo que se debe buscar activamente y por lo que hay que luchar si queremos que Europa goce de una paz y estabilidad duradera», declaró.

Siempre optimista cuando se le pregunta por el futuro de Bosnia dentro de la UE, Sorensen advirtió de que el país tiene mucho trabajo por delante. El pasado año se le congelaron los fondos como país precandidato por la falta de voluntad política para avanzar en las reformas de la administración, que consume el 50% del PIB, la justicia, la economía y la lucha contra la corrupción.

Las guerras terminaron hace tiempo en Bosnia pero las fracturas no se han cerrado. Sigue siendo la asignatura pendiente para una Unión Europea que fracasó en los 90 mirando hacia otro lado cuando los Balcanes se desangraban. Sorensen reconoce que «Europa no será Europa sin todas sus partes». Bosnia fue el principio de la Europa que hoy conocemos, pero parece abocada a ser el último miembro en sumarse a la Unión.