China «estira» el mapa para incluir los territorios en disputa con países vecinos

Pekín / EFE

INTERNACIONAL

Por primera vez, se trata de un plano vertical, en el que aparecen los archipiélagos Spratly, las Paracel o las Diaoyu (Senkaku para Japón)

26 jun 2014 . Actualizado a las 23:51 h.

Pekín ha llevado a la cartografía su conflicto con el Sudeste Asiático por la soberanía de cientos de islas en el Mar de China Meridional, con un mapa oficial que por primera vez incluye todas las aguas en conflicto, lo que «estira» las cartas nacionales miles de kilómetros al sur. El mapa, presentado en público esta semana por la Editorial Cartográfica de Hunan, cambia radicalmente el aspecto que tienen los mapas nacionales de China, ya que por primera vez es vertical y no apaisado, como son todos los que cuelgan en aulas, bibliotecas, oficinas y otros muchos lugares del país.

Ello se debe a que por primera vez aparecen a la misma escala que la gran masa continental china archipiélagos como las Spratly o las Paracel, que China disputa con Vietnam, Filipinas, Indonesia, Malasia, Brunei o Taiwán, e intenta reivindicar también construyendo en ellas desde ciudades a pistas aéreas o instalaciones turísticas.

El mapa resulta algo chocante, porque muchas de esas islas son tan pequeñas que apenas son visibles en la nueva representación geográfica, y el aspecto final es el de un plano en la que China está algo descentrada, en la parte superior.

Anteriores representaciones oficiales de China también incluían las islas en conflicto, pero a escala menor que el resto del país y en minimapas insertados en una esquina, de manera similar a otros países con archipiélagos alejados de su masa continental, como las Canarias españolas o la Isla de Pascua chilena.

El mapa actual, que implica extender unos 5.000 kilómetros al sur los límites de China, coloca 10 líneas a modo de frontera imaginaria marítima entre el gigante asiático y los países del sureste asiático arriba mencionados. Tampoco se olvida de incluir una de esas líneas fronterizas entre Japón y las islas Diaoyu (Senkaku para los japoneses), controladas de facto por Tokio pero que Pekín reclama, en el otro gran conflicto marítimo que en estos momentos obsesiona a China.

El contencioso que más quebraderos de cabeza causa este año a Pekín es, no obstante, el que mantiene con Vietnam por las Paracel, desde que a principios de mayo la petrolera estatal china CNOOC trasladara una de sus plataformas extractoras a aguas en disputa.