Argentina insiste en que quiere pagar a todos los acreedores y pide negociar

EFE NUEVA YORK

INTERNACIONAL

Considera que aplicar el fallo de la justicia de Estados Unidos empujaría al país a una nueva suspensión de pagos

21 jun 2014 . Actualizado a las 21:03 h.

Argentina utilizó hoy un espacio pagado en el diario The Wall Street Journal para insistir en su voluntad de abonar todas sus deudas y para defender una negociación, al considerar que aplicar el último fallo de la justicia de EE. UU. empujaría al país a una nueva suspensión de pagos.

El comunicado en inglés, titulado «Argentina quiere seguir pagando sus deudas pero no la dejan», explica la postura de las autoridades argentinas respecto a la sentencia que obliga al país a pagar unos 1.500 millones de dólares a los que denomina «fondos buitre».

«Argentina quiere seguir pagando sus deudas, tal y como ha venido haciendo desde 2005, pero ahora se ve obstaculizada por el fallo del juez Thomas Griesa y la negativa de la Corte Suprema de EE. UU. a hacerse cargo del caso», señala el texto publicado en el periódico económico.

La Corte Suprema estadounidense resolvió el lunes rechazar la apelación presentada por Argentina, confirmando el fallo de Griesa, que obliga a pagar en efectivo la deuda reclamada por fondos que no aceptaron los canjes de deuda soberana tras el cese de pagos de 2001.

Según el comunicado argentino, pagar esas cantidades antes del final del mes -tal y como señala la sentencia- obligaría a abonar a corto plazo un total de 15.000 millones de dólares, la cantidad a la que ascienden en total los bonos comprados por acreedores que no se adhirieron a los canjes de 2005 y 2010.

Además, si los «fondos buitre» reciben su dinero, los acreedores que sí se acogieron a los canjes -la gran mayoría- podrían exigir una igualdad de trato y reclamar un total de 120.000 millones de dólares.

«Pagar a los fondos buitre es un camino que lleva al default, y si no se les paga, la orden del juez Griesa supone poner en peligro el derecho de los bonistas a cobrar la deuda reestructurada en 2005 y 2010», señala el texto, en referencia a los posibles embargos.

En él, la Presidencia de la República critica también la actuación de los «fondos buitre», a los que acusa de invertir «millones de dólares» en propaganda para hacer creer que Argentina no paga sus deudas y se niega a negociar, pero, al contrario, Argentina asegura que mantiene la puerta abierta a discutir.

«El deseo de Argentina es claro, esperamos una decisión judicial que promueva condiciones de negociación justas y equilibradas para resolver este prolongada y difícil disputa que ha afectado, afecta y continuará afectando al pueblo argentino por la voracidad de un ínfimo grupo de especuladores», concluye la nota.