Poroshenko quiere ganarse al este de Ucrania con más autogobierno

A. Stein / R. M. / Mañueco KIEV / DPA, COLPISA

INTERNACIONAL

Anuncia un plan de paz para unir al país, con la mirada puesta en la UE

08 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No con la guerra, sino con un plan de paz intentará ganarse al este prorruso de Ucrania el nuevo presidente del país, Petro Poroshenko. En su discurso de investidura en la Rada Suprema, el político de 48 años, que llevaba una corbata con los colores azul y amarillo de la bandera, prometió un país unido, ofreció a las regiones rebeldes un proyecto de descentralización del poder -con la garantía del uso de la lengua rusa- e hizo hincapié en la dirección hacia la Unión Europea que tomará la exrepública soviética, pese a la oposición de Rusia.

Poroshenko se mostró en general contenido al referirse al país vecino, aunque no evitó lanzar la consigna de que la anexionada Crimea «es y será ucraniana». Y aunque por el momento no detendrá la operación militar en el este de Ucrania, como exige Rusia, tampoco impondrá la ley marcial en las regiones de Donetsk y Lugansk, como le recomienda su entorno en Kiev. «No quiero una guerra», explicó el millonario conocido como el Rey del Chocolate en una parte del discurso en que se expresó en ruso. Aunque prometió viajar al este, descartó «hablar con los bandidos», en alusión a los líderes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Poroshenko propuso una amnistía para los sublevados que depongan las armas y no hayan cometido delitos de sangre. Habló también de la creación de un «corredor» para permitir la huida de los rebeldes con plenas garantías para su seguridad personal. Como ya anunció en la noche de su elección, Poroshenko se propone convocar este año elecciones legislativas anticipadas.

Evitó hablar de una posible protección de la OTAN a Ucrania, pero sí abogó claramente por una dirección proeuropea: quiere que los ucranianos estén exentos de visado para viajar a territorio de la UE a comienzos del 2015, desea firmar antes del 27 de junio el acuerdo de asociación y, sobre todo, quiere entrar en la Unión lo antes posible.

Son altas las expectativas de que el millonario logre posicionar a Ucrania hacia Occidente, como muestran las conversaciones que mantuvo con Angela Merkel o Barack Obama. El hombre en el que Europa y EE.UU. ha puesto sus esperanzas juró su cargo sobre la Biblia y la Constitución ante la presencia de invitados de más de 50 países, entre ellos el embajador ruso, Mijaíl Zurábov, que acaba de regresar a Kiev tras tres meses de ausencia.

Emoción en la Rada

Poroshenko fue ovacionado al desgranar esos objetivos en política exterior. Pocas veces se vio tan unidos a los diputados, acostumbrados a broncos debates en la Rada que a veces terminan en puñetazos. Poroshenko gritó: «¡Gloria a Ucrania!», el grito de batalla de Maidán. «¡Gloria a los héroes!», respondieron a coro los diputados. No hizo referencia a los graves problemas económicos y que sufre el país, al borde de la bancarrota. En cualquier caso ayer fue un día muy emotivo para Ucrania, que espera -y reza- por tiempos mejores.