Renzi se propone echar a los corruptos de la política italiana

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Estalla tras la detención del alcalde de Venecia, perteneciente a su partido

06 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las buenas intenciones de Matteo Renzi no bastan para acabar con la corrupción en Italia, que cada día se desayuna con la noticia de un nuevo escándalo y de nuevas detenciones no solo de políticos, sino también de generales y jueces. La paciencia del jefe del Gobierno explotó ayer tras la ráfaga de detenciones en Venecia por la construcción de la barrera de diques móviles Moisés y cuando aún colea el escándalo de las obras de la Expo de Milán. «El problema son los ladrones, no las reglas», sentenció desde Bruselas, mientras anunciaba que su Ejecutivo presentará «en las próximas horas» un paquete de medidas sobre la adjudicación de obras públicas y la corrupción.

Para Renzi, la corrupción de los políticos supone «alta traición» e insistió en que uno de los puntos fundamentales es «garantizar que quien sea condenado no tenga la posibilidad, hasta veinte años después, de ocuparse de la cosa pública». Para ello propondrá para políticos y empresarios corruptos una norma parecida a la que se aplica en el mundo del fútbol, que prohíbe la entrada en los estadios a los hinchas violentos.

La costumbre de repartir comisiones para conseguir la adjudicación de obras públicas no tiene color político y se ha convertido en práctica habitual. Las empresas «compran» tanto a políticos de derecha como de izquierda. Además, en las investigaciones llevadas a cabo por la fiscalía en la obras de la Expo de Milán han aparecido varios viejos conocidos de la época de Tangentópolis que en los años noventa terminó con toda la clase política y dio paso a la II República.

Para el presidente de la Autoridad Anticorrupción, Rafael Cantone, nombrado por Renzi hace pocos días, no es suficiente cambiar las reglas. «Se necesita una continuidad política y social. Cantone definió como «inquietante» el sistema de corrupción puesto en marcha en Venecia, tal y como aparece tras la investigación.

La detención de Giorgio Orsoni, alcalde de Venecia por el Partido Democrático, no ha sido bien digerida por el partido que, rápidamente, ha comunicado que «no está inscrito». Beppe Grillo, que ha salido malparado de la elecciones europeas, no ha perdido la ocasión para atacar a la formación de Renzi, denunciando en su blog a todos los alcaldes del PD que han sido arrestados en los últimos tiempos.