Como serán unas elecciones abiertas a afiliados y simpatizantes, la necesaria reforma de los estatutos supone el desafío de definir quiénes serán esos simpatizantes
01 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.No está previsto en sus estatutos y además podría dar lugar a una inédita y explosiva bicefalia en el Partido Socialista portugués, pero su secretario general, António José Seguro, acepta el órdago del alcalde de Lisboa, António Costa, y propone que haya elecciones primarias para decidir el candidato a primer ministro en las legislativas del 2015. Como además serán unas primarias abiertas a afiliados y simpatizantes, la necesaria reforma de los estatutos supone el desafío de definir quiénes serán esos simpatizantes.
El congreso nacional de los socialistas portugueses, convocado para analizar los resultados de las elecciones europeas en principio, comenzó ayer con las espadas ya desenvainadas. «Esta es una irresponsabilidad causada por ti», le dijo Seguro al adversario que desafía su liderazgo para empezar el debate en Vimeiro. Pero Costa, que sabe que cuenta con el apoyo del fundador del partido y expresidente Mário Soares y del ex primer ministro José Sócrates, mantuvo su «disponibilidad para liderar el Partido Socialista», que había expresado el martes.
Costa, que ganó la alcaldía de la capital con el respaldo arrollador de los lisboetas, pretendía que se convocara un congreso extraordinario para que los militantes eligieran al aspirante a la jefatura del Gobierno en el 2015. Seguro dejó claro que no habrá tal congreso, pero renunció a su derecho a encabezar la candidatura en las legislativas y propuso celebrar elecciones primarias, a las que él mismo se presentará. Pero no dejará de ser el secretario general del partido. «No tengo miedo, no rehúyo el debate», proclamó. Costa aceptó el desafío.
Tras ganar las elecciones
La lucha por el poder estalla justo después de las elecciones europeas y a pesar de que los socialistas han ganado en su país por un buen margen (31,5 frente a 27,7 %) a la coalición Alianza Portugal, integrada por el Partido Social Demócrata (PSD) y el democristiano Centro Democrático Social-Partido Popular. Pero Costa, y quienes lo apoyan, responsabilizan a Seguro, que cuenta con el apoyo del aparato del partido, de no haber sido capaz de rentabilizar el desgaste que ha sufrido con la crisis el partido de centro-derecha que gobierna en Portugal, el PSD.
Si el Gobierno sigue sufriendo reveses como el del fallo del Constitucional que ayer tumbó los recortes salariales en el sector público, salga quien salga de estas primarias, será el partido el que verá un futuro político muy negro como no se lleve de calle las elecciones el año que viene.
Los apoyos a uno y otro están muy compensados entre los dirigentes y diputados de un PS muy dividido, que la semana que viene detallará cómo serán estas primarias.