Los sirios sudan la gota gorda para votar a Bachar al Asad

La Voz SUSANA SAMHAN | EFE

INTERNACIONAL

Numerosos ciudadanos sirios residentes en el Líbano, emiten su voto en un centro electoral establecido en la embajada siria de Yarzeh
Numerosos ciudadanos sirios residentes en el Líbano, emiten su voto en un centro electoral establecido en la embajada siria de Yarzeh NABIL MOUNZER

En la embajada de Siria en el Líbano se han vivido escenas de tensión por la avalancha de personas que acudieron a votar

29 may 2014 . Actualizado a las 00:46 h.

«Deja al niño fuera, entra y vota rápido, porque es peligroso», advertía este miércoles una mujer sofocada a otra dentro de la embajada de Siria en el Líbano, donde se han vivido escenas de tensión por la avalancha de personas que acudieron a votar en los comicios presidenciales sirios.

Votar en la legación diplomática de Siria en el Líbano ha sido toda una hazaña para los miles de electores que, desde primera hora de la mañana, se han presentado en el lugar, situado en el distrito de Yarze, en las afueras de la capital libanesa.

Para empezar, había que lograr llegar a la embajada, adonde muchos han optado por trasladarse a pie ante el monumental atasco creado por el reguero de sirios desde el centro de la ciudad y otros puntos hasta Yarze.

En coche se tardaba una media de dos horas en alcanzar la embajada, cuando lo normal es menos de quince minutos.

«¡Vamos, Siria, solo Bachar!», gritaban desde un vehículo lleno de niños, algunos sentados por fuera de las puertas, y a los que otros sirios que pasaban andando jaleaban o contemplaban sonriendo.

En los alrededores del edificio, se ha vivido una auténtica romería electoral, en la que primaba el ambiente festivo, con ritmos musicales difundidos desde un altavoz en un paso elevado.

El «patrón» del día ha sido, sin duda, el presidente Bachar al Asad, omnipresente en los carteles que muchos portaban con diversas versiones del mandatario: con gafas de sol o sin ellas, vestido con un uniforme militar o de civil, sonriendo o con semblante serio.

Un camión de bomberos arrojaba agua para refrescar a la masa de sirios, que han soportado temperaturas veraniegas y un sol inclemente en el camino a la legación, donde no hay ni un solo sombrajo.

Sin embargo, la fiesta se aguaba al llegar a la embajada, que se ha visto absolutamente desbordada por los votantes.

Tantos sirios han ido a emitir su sufragio que soldados libaneses, en colaboración con los guardias de la legación, tuvieron que derribar una de las puertas del recinto para evitar que cientos de personas terminaran aplastadas por la muchedumbre.

«Los soldados libaneses han empezado a pegar a la gente en la entrada y mira cómo me han dejado», decía indignado un joven a Efe mientras enseñaba el pecho, la espalda y los brazos, descubiertos por los agujeros en su camisa desgarrada y magullados por los golpes.

Una vez en el interior, tampoco era tarea fácil alcanzar la sala habilitada para votar, donde las urnas apenas se distinguían por el apelotonamiento de electores.

Velos revueltos, frentes sudorosas, papeletas arrugadas, lloros, desmayos y algún que otro niño perdido que al final encontró a su mamá ha sido prácticamente la tónica de toda la mañana.

Al final, los funcionarios de la embajada se han visto obligados a sacar varias urnas al jardín para impedir que ocurrieran incidentes más graves.

Sentados bajo la sombra de un muro, decenas de ciudadanos rellenaban las papeletas electorales, mientras que algún que otro despistado preguntaba dónde tenía que poner su nombre en la tarjeta.

Una mujer con un bebé, que no quiso dar su nombre, explicó a Efe que el gran número de personas que han concurrido para votar en el Líbano se debe a que ha corrido «el rumor» en algunos campos de refugiados de que aquellos que no lo hicieran no podrían volver a Siria.

«No sé si será cierto o no, pero sé de gente que ha venido por si acaso», afirmó la mujer, que, «por supuesto» votó por Al Asad.

Efe ha sido incapaz de encontrar un solo sirio en la embajada que reconociera haber elegido a otro candidato que no fuera el mandatario actual.

Según explicaban muchos de ellos, Al Asad es el único que puede devolver la estabilidad a Siria, en guerra desde marzo de 2011, y ellos solo desean volver a casa.

Sin duda, y tras lo visto en la embajada, el Líbano será hoy uno de los países donde se registre una mayor participación en la jornada electoral, ya que, además, es el Estado vecino de Siria que alberga el mayor número de refugiados, con más de un millón.

Dentro del territorio sirio, los comicios se desarrollarán el próximo 3 de junio.