Obama traza las nuevas líneas de la diplomacia de Estados Unidos

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El presidente replantea la necesidad de intervenir en todos los conflictos

29 may 2014 . Actualizado a las 00:06 h.

El presidente Barack Obama consideró que Estados Unidos es una nación indispensable en el orden mundial, a la par que dejó claro que el «aislacionismo no es una opción», al delinear su visión de la política exterior norteamericana en los algo más de dos años y medio que le quedan al frente de la Casa Blanca. En un discurso pronunciado en la academia militar de West Point (Nueva York), Obama hizo un equilibrio entre los intervencionistas a favor de que Estados Unidos sea el bombero del mundo y los aislacionistas que creen que la solución es no intervenir en todos los conflictos posibles.

El presidente norteamericano afirmó que Estados Unidos es y seguirá siendo «la nación indispensable». «Estados Unidos es la nación indispensable. Eso ha sido así durante el siglo pasado y probablemente lo seguirá siendo el siglo próximo», sostuvo Obama durante el discurso de graduación de West Point. «Cuando un tifón golpea Filipinas o unas niñas son secuestradas en Nigeria o unos hombres enmascarados ocupan un edificio en Ucrania, el mundo espera ayuda de Estados Unidos», recordó el mandatario, quien negó que el poder de Estados Unidos esté en declive.

«Aquellos que sugieren que Estados Unidos está en declive o que ha visto escabullir su liderazgo mundial han leído incorrectamente la historia o están metidos en políticas partidistas», dijo Obama, en un discurso en el que América Latina fue la gran ausente. El mandatario se mostró convencido de que Estados Unidos debe siempre liderar el escenario mundial. «Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará», dijo el presidente. La cuestión, según Obama, «no es si Estados Unidos debe liderar, sino cómo debe liderar».

Amenazas directas

En este sentido, Obama insistió como viene haciendo en los últimos años en la necesidad de coordinar con los aliados las respuestas a crisis internacionales. Algo que, puntualizó, no quita que Estados Unidos se reserve la opción militar cuando se sienta amenazado directamente. «Estados Unidos utilizará la fuerza militar, unilateralmente si es necesario, cuando nuestros intereses lo demanden, nuestra gente sea amenazada, cuando nuestro sustento esté en juego o cuando la seguridad de nuestros aliados esté en peligro». En esos casos, «la opinión internacional importa», dijo. «Pero América nunca debe pedir permiso para proteger a su gente, su patria y nuestra forma de vida», añadió el presidente.

Sin embargo, Obama señaló que Washington «no debe actuar solo» en aquellas crisis mundiales que «no supongan una amenaza directa a Estados Unidos». Y se mostró partidario de multilateralismo como respuesta tras más de una década en la que gran parte de la política exterior de Estados Unidos estuvo centrada en las guerras de Irak y Afganistán, país que visitó por sorpresa el pasado domingo. El presidente señaló que seguirá luchando contra Al Qaeda y anunció la creación de un fondo de unos 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros) para ayudar a otros países a combatir el terrorismo.

Estados Unidos y Siria

Durante su discurso, Obama también defendió su decisión de no enviar tropas estadounidenses a Siria. Y, aunque prometió más «esfuerzos» internacionales para ayudar a la oposición al régimen de Bashar al Assad, no esbozó ninguna propuesta concreta. «Por muy frustrante que resulte, no hay respuestas fáciles ni una solución militar que pueda eliminar pronto el terrible sufrimiento» de la población siria, agregó.

La crisis de Ucrania también ocupó parte de su discurso. Obama, que viajará la semana que viene a Europa, consideró que fue el «liderazgo» de su país el que permitió el aislamiento de Rusia en el marco de la crisis de Ucrania. «Gracias al liderazgo estadounidense, el mundo condenó de inmediato las acciones rusas» e impuso sanciones a Moscú, valoró.

Esta «movilización de la opinión mundial y de las instituciones» internacionales, agregó Obama, fue lo que «sirvió de contrapeso a la propaganda rusa, al despliegue de tropas rusas en la frontera y a las milicias armadas». Obama reconoció que es imposible saber cuál será el desenlance en Ucrania, pero consideró que el apoyo coordinado de Washington con la comunidad internacional «le ha dado a los ucranianos una oportunidad de elegir su futuro», en referencia a las elecciones presidenciales del pasado domingo en ese país.

El mandatario pronunció este discurso en West Point, un día después de anunciar su intención de mantener 9.800 soldados norteamericanos en Afganistán tras la retirada oficial de las tropas internacionales a finales de año. El plan es reducir ese contingente estadounidense a la mitad a finales del 2015, con miras a retirar toda la presencia militar norteamericana en Afganistán antes de finales de 2016. A partir de entonces, Estados Unidos mantendrá una presencia «normal» en el país, con solo el personal de la embajada y una oficina de seguridad en Kabul, tal como hace en Irak.