«La mataron el sábado cuando iba a llevar comida a su novio»

B. Suárez Indart / Ulf Mauder KRAMATORSK / EFE, DPA

INTERNACIONAL

Yulia, muerta a los 21 años de un tiro en Kramatorsk, es acariciada por su padre.
Yulia, muerta a los 21 años de un tiro en Kramatorsk, es acariciada por su padre. MARKO DJURICA < / span>AFP< / span>

06 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Kramatorsk se olvidó por unas horas de los combates que tienen lugar en las afueras de este bastión prorruso, separado por a unas decenas de kilómetros de Slaviansk, para enterrar ayer a Yulia Izotova, una estudiante de enfermería de 21 años que murió de un tiro en la cabeza durante el primer día de ofensiva. «La mataron el sábado, cuando iba a llevar comida a su novio», contó un familiar.

Su novio era un miliciano prorruso que montaba guardia en un puesto de control de carretera. Según testigos, recibió un disparo de soldados ucranianos apostados en el camino. El cortejo fúnebre estuvo acompañado por unos 2.000 parientes, amigos y vecinos en un ambiente de tensión e indignación, mientras desde altavoces se hacían llamamientos a la calma y a no dejarse llevar por la emoción.

«¡Malditos, cómo habéis podido matarla!», exclamaba desconsolada una mujer, junto al ataúd, cubierto de flores y donde yacía Yulia vestida de novia.

Algunas mujeres han creado un hospital de campaña en el sótano del Ayuntamiento de Kramatorsk. «El Gobierno en Kiev nos ha declarado la guerra», denunció una enfermera. «Somos invencibles», afirmó el comandante de los uniformados enmascarados y armados que ocupan el edificio. El hombre, de unos 40 años que dice llamarse Kaban y porta un Kalashnikov, aseguró que luchará hasta el final por la República de Donetsk.

Contra la «junta fascista»

Kaban cuenta con voz áspera que trabajaba como gerente antes de sumarse a la resistencia contra la «junta fascista» de Kiev. Las armas y las municiones las consiguieron de los arsenales de la policía y los servicios secretos que asaltaron. Sin embargo, no dice quién les da las órdenes ni de dónde provienen las «donaciones de dinero». Algunos reconocen ser mercenarios. El presidente Olexandr Turchínov cree que la familia de su antecesor, Víktor Yanukóvich, financia los levantamientos.

Los rebeldes esperan que las tropas rusas estacionadas en la frontera les ayuden, pero también se muestran resueltos a luchar si eso no ocurre. Un veterano de la guerra en Afganistán de 55 años acaba de unirse a la resistencia. «Ya no me podía quedar tranquilo en casa», afirma. Cree que desde la desintegración de la URSS impera el caos en Ucrania. «Quiero que a mis hijos les vaya mejor», confiesa.