La bandera rusa ya ondea en Crimea

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INTERNACIONAL

SERGEI ILNITSKY

Rusia ha tomado oficialmente el control militar de la península

22 mar 2014 . Actualizado a las 23:39 h.

Rusia ha tomado oficialmente el control militar de la península de Crimea e izó su bandera en todas las instalaciones locales, una vez cerrado el proceso de anexión de la región a la Federación Rusa, al tiempo que la OSCE envió a Ucrania un primer equipo de observadores internacionales. En las 147 instalaciones militares hasta ahora ucranianas fueron izadas las banderas rusas, informó el Ministerio de Defensa en Moscú.

Además, la Flota del Mar Negro incorporó ya a sus filas a 54 de los en total 67 barcos ucranianos. Según Moscú, menos de 2.000 de los más de 18.000 soldados ucranianos quieren abandonar la península. Los cuarteles militares ucranianos estuvieron rodeados durante semanas por hombres armados sin distintivos en su uniforme, que se autodenominaban fuerzas de autodefensa. Aunque Rusia lo niega, hay coincidencia mayoritaria en que se trataba de soldados rusos.

Los esfuerzos diplomáticos por superar la crisis prosiguen y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) envió a Ucrania un primer equipo de 40 observadores internacionales. Moscú finalmente dio su visto bueno en la tarde del viernes y el consejo permanente de la OSCE aprobó la misión con el voto de Moscú. Los observadores recabarán información sobre la seguridad y la protección de las minorías en Ucrania. Al parecer por el momento no acudirán a Crimea.

Desde el punto de vista de Rusia, de este modo se podrán reconocer «las nuevas realidades político-jurídicas». El mandato de la OSCE no abarca la república de Crimea y la ciudad de Sebastopol, que ya forma parte de Rusia, según destaca en un comunicado hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores moscovita.

El ministro alemán del Exterior, Frank-Walter Steinmeier, calificó la misión de la OSCE igualmente como un avance. «No es la solución política, pero ayudará a evitar que las tensiones se conviertan en nuevos enfrentamientos y derramamiento de sangre», dijo durante su visita a Kiev, donde asímismo prometió ayuda para la estabilización de Ucrania. El ministro alemán criticó el peligro de una división de Europa. «Nos reunimos aquí porque sabemos que la situación sigue siendo dramática», dijo Steinmeier tras hablar con el jefe de gobierno interino, Arseni Yatseniuk.

Yatseniuk pidió a la UE también cooperación en el ámbito de la tecnología militar. «Tenemos que dotar con armamento nuevo al Ejército ucraniano y reforzarlo», dijo. Steinmeier tiene previsto visitar además el este de Ucrania. En la ciudad industrial de Donetsk, donde se habla mayoritariamente ruso, se han registrado manifestaciones prorrusas en las que una persona murió.

Mientras, también en Kiev, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, manifestó su solidaridad con Ucrania. «El pueblo ucraniano está viviendo actualmente un drama que ningún país debería vivir», dijo Ban tras reunirse con Yatseniuk. «Estoy seguro de que con ayuda de la comunidad internacional así como bajo su liderazgo y gracias al valor del pueblo se podrán superar estos difíciles momentos», dijo Ban en declaraciones a la agencia local Unian.

El gobierno ucraniano, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos condenaron la anexión por considerarla ilegal. Ucrania sostiene que la península en el Mar Negro pertenece a su territorio. Ban elogió la firma de la parte política del acuerdo de asociación con la UE como muestra de una decisión independiente de Ucrania. Al inicio, la misión de la OSCE estará integrada por un centenar de observadores, pero podrían ser enviados a la zona unos 500. «Rusia confía en que el trabajo independiente y la objetividad de los observadores internacionales ayuden a solucionar la crisis interna de Ucrania», señala el Ministerio del Exterior de Moscú.

«Los bandidos nacionalistas» y «las tendencias ultranacionalistas» no deberían propagarse, ñade. Moscú justifica su intervención en la ex república soviética señalando que actúa para proteger a la población de habla rusa en el sur y en el este de los «fascistas» en el oeste de Ucrania. El gobierno de Ucrania y Occidente temen que Rusia también quiera integrar este territorio. El presidente Vladimir Putin señaló sin embargo que se daba por satisfecho con la adhesión de Crimea.

Tomada la base de Belkek

Mientras, en la península la situación sigue siendo tensa. Una de las últimas bases militares en manos ucranianas en Crimea fue asaltada al parecer por tropas rusas, informó en Facebook el portavoz del Ejército ucraniano local Vladislav Selesniov. Los atacantes rompieron las puertas de la base aérea de Belkek con armas pesadas. Según las informaciones, un periodista resultó herido durante los hechos. El primer ministro de Crimea, el prorruso Serguei Aksionov, subrayó que Belbek había sido «liberada de las tropas extranjeras».

Las tropas ucranianas resistieron allí durante semanas rodeadas por hombres armados vestido de camuflaje pero sin insignias, probablemente soldados rusos. Tras las sanciones que el viernes impuso la UE contra políticos rusos, Moscú amenazó con una «respuesta adecuada», según palabras el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Alexander Lukashevich.

Rusia, por supuesto, se reserva ese derecho, dijo. «Es lamentable que la UE haya tomado esa decisión, que está completamente apartada de la realidad, subrayó Lukashevich en un comunicado. Debido a la cuestionada anexión de la península ucraniana de Crimea, la UE bloqueó cuentas y prohibió viajar a su territorio a políticos rusos de alto rango.

En tanto, el ala más radical y propensa a la violencia del movimiento de protesta de Ucrania, el Sector de Derecha, creó un partido político propio. El presidente del partido, Dmitri Yarosh, se presentará a las elecciones presidenciales del 25 de mayo. El grupo era el más duro contra el destituido presidente prorruso Viktor Yanukovich y los críticos lo acusan de ideología fascista. La Justicia rusa emitió una orden de arresto contra Yarosh por terrorismo.