Vuelos MH370: Malasia pide cautela ante hallazgo de posibles restos del avión desaparecido

EFE

INTERNACIONAL

DAMIR SAGOLJ

Los familiares de los pasajeros chinos, escépticos con el hallazgo

20 mar 2014 . Actualizado a las 14:44 h.

El Gobierno de Malasia pidió hoy cautela ante el hallazgo de posibles restos del avión desaparecido de Malaysian Airlines desaparecido, aunque calificó de «pista creíble» el avistamiento de dos objetos en el océano Índico.

El ministro malasio de Defensa y titular interino de Transportes, Hishamudin Husein, dijo en una conferencia de prensa en Sepang que hay que «corroborar y verificar» la información para no dar «falsas esperanzas» a las familias de los pasajeros del vuelo MH370.

Husein señaló que cuatro aeronaves se dirigen al área donde las autoridades australianas encontraron a partir de imágenes de satélite dos objetos, a unos 2.500 kilómetros al suroeste de la ciudad australiana de Perth. Las autoridades malasias explicaron que, aun si se trata de restos del avión, desconocen lo que tardarían en encontrar las cajas negras del aparato que contiene la información necesaria para explicar lo ocurrido.

Caso del avión de Air France

Según el titular malasio de Defensa, si los restos avistados pertenecen al MH370, consultarán con la investigación del vuelo de Air France accidentado en el Atlántico en 2009, debido a las condiciones similares del mar.

Los primeros restos del Airbus 330-203 de la aerolínea francesa se encontraron a los pocos días, pero las cajas negras no fueron halladas hasta casi dos años después.

Husein insistió en que están haciendo todo lo posible para informar a las familias de los desaparecidos en el vuelo MH370 y que están investigando el incidente de la víspera cuando irrumpieron en la sala de prensa exigiendo respuestas y tuvieron que ser desalojados a la fuerza.

Para todas las familias, «la información que más anhelan saber no la tenemos: la localización del MH370», subrayó el ministro malasio en un hotel de Sepang, situado cerca del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur.

El avión Boeing 77-200 desapareció del radar unos 40 minutos después de despegar el pasado 8 de marzo de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo, entre ellas 154 ciudadanos chinos, cuando se desvió de su ruta hacia Pekín.

Un equipo internacional busca el avión desaparecido en dos corredores, uno al norte y otro al sur del punto donde los radares lo situaron por última vez, un vasto operativo que incluye regiones desde Asia Central al océano Índico. El avión de Maylisia Airlines transportaba 227 pasajeros, de los que más de dos tercios son de nacionalidad china así como de otra docena de nacionalidades, y una tripulación formada por 12 malasios.

Los familiares, escépticos

Las familias de los viajeros chinos que embarcaron en el vuelo MH370 y que continúan desaparecidos se mostraron hoy escépticos ante el hallazgo de posibles restos del avión desaparecido, tras 13 días de búsqueda infructuosa y mucha desinformación.

«Aún no se ha confirmado nada, será otra falsa alarma», aseguraba hoy uno de los familiares a la prensa al salir de una sala de reuniones del hotel Lido de Pekín, donde, como mínimo dos veces por día, autoridades de la compañía aérea Malaysia Airlines les informan de los avances de la investigación.

La noticia proveniente de Australia irrumpió en esta sala a media tarde, cuando las pantallas del salón comenzaron a retransmitir el anuncio del primer ministro australiano, Tony Abbott, sobre el avistamiento de dos objetos en el mar que podrían ser partes del aparato desaparecido.

A pesar de que los familiares escucharon atentos las últimas noticias, no le dieron demasiado crédito después de 13 días de pistas falsas y de mucha confusión de datos.

«No puede ser. Los pasajeros están vivos», afirmaba un hombre de mediana edad ante un grupo de periodistas -entre ellos, Efe-, tras conocer los detalles del hallazgo. «Malasia está ocultando información. Ellos saben dónde están los viajeros, es un engaño», decía el familiar rodeado por una multitud de camarógrafos, ante quienes denunció la «falta de información» trasladada por la compañía o el Ejecutivo malasio.