Aunque las listas difieren, la UE y EE.UU. se coordinaron y hay algunas coincidencias. Las sanciones supondrán un «costo real para la economía rusa».
En la lista de la UE figuran altos cargos políticos de Crimea, como el actual primer ministro, Serguéi Axiónov, y del Ejército ruso, como el del comandante de la Flota del Mar Negro, Víktor Viktoróvich. Los sancionados no podrán viajar a ningún país de la UE y sus activos serán congelados.
Los ucranianos sancionados por EE.UU. son, además de Axiónov, el expresidente Víktor Yanukóvich, el presidente del Parlamento de Crimea, Vladimir Konstantinov, y el líder del principal movimiento prorruso de Ucrania, Víktor Medvedchuk. Entre los rusos, además de Valentina Matviyenko, figuran el vice primer ministro, Dimitri Rogozyn; dos asesores de Putin, Vladislav Surkov y Serguéi Glazyev, y varios integrantes de la Duma: Leonid Slutsky, Yelena Mizulina, Andréi Klishas y Valentina Matviyenko. Todos ellos verán congelados sus activos y no podrán entablar relaciones comerciales.
Burlas de los rusos
Rogozin reaccionó con sorna a la decisión de Washington y escribió en su cuenta de Twitter que «el decreto del presidente de EE.UU. lo redactó algún bromista». «Señor Obama, ¿y qué deben hacer los que no tienen ni cuentas ni propiedades en el extranjero?», se preguntó el también exembajador de Rusia ante la OTAN.
Las sanciones decididas por Bruselas y Washington, dirigidas únicamente a personalidades y no a empresas, han sido consideradas más bien modestas por Moscú, cuya Bolsa cerró con una fuerte recuperación.