Serguéi Axiónov: De turbio empresario a líder de los separatistas

K. H. Simferópol / AFP

INTERNACIONAL

16 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Serguéi Axiónov, un empresario de oscuro pasado, fue propulsado al primer plano político hace escasa semanas cuando los prorrusos tomaron el Parlamento de la república autonómica. Poco se sabe de este dirigente apodado El Duende, de complexión atlética, nariz de boxeador y siempre rodeado de guardaespaldas, que niega haber formado parte de una banda criminal en los caóticos años que siguieron al desmembramiento de la URSS en 1991, durante los cuales hizo fortuna en los sectores inmobiliario y alimentario.

En el 2010, Axiónov había intentado una incursión en la política al frente del partido Unidad Rusa, pero obtuvo solo el 4 % de los votos (y tres de los cien escaños del Parlamento regional). Sin embargo sus dotes oratorias se despertaron como líder de la campaña del referendo de adhesión a Rusia. «Superaremos la adversidad y todos los obstáculos y restauraremos la justicia histórica», proclamó en un mitin ante 10.000 personas en Simferópol, la capital de la península de dos millones de habitantes, en su mayoría de origen y habla rusos. «¡Junto a Rusia construiremos nuestro futuro!», agregó, arengando a la multitud que le respondía al grito de «¡Hurra! ¡Hurra!». El viernes, dio un paso más en su desafío a Kiev, al preconizar la organización de referendos en otras regiones de Ucrania con núcleos de población de origen ruso.

En tiempos de la URSS

Nacido en 1972 en Moldavia, una exrepública soviética, Serguéi Axionov hizo negocios en los sectores inmobiliario y de la alimentación cuando el capitalismo empezaba a reemplazar de manera caótica al socialismo vigente durante siete décadas.

Según Guennadi Moskal, un veterano diputado ucraniano, «es evidente» que la investidura de Axiónov como primer ministro de Crimea apuntaba desde el principio a una separación «como la de Transnistria o Kosovo», que se independizó de Serbia con el apoyo occidental.

Según el diputado, el padre de Axiónov es el líder de la comunidad rusa de Transnistria, un territorio separatista no reconocido de Moldavia que tiene el apoyo de Moscú.

En el 2010, Axiónov denunció por difamación a Mijailo Bajarev, un político ucraniano que le había acusado de formar parte de una banda criminal en Simferópol llamada Salem, según el centro de investigaciones periodísticas. Pero el ahora primer ministro terminó perdiendo el juicio. No está claro cual sería el papel de este inusual dirigente, que suele aparecer en público con un chaleco antibalas y dirige la federación local de lucha grecorromana. Con o sin él, los ucranianos y los tártaros que viven en Crimea temen el futuro.