«Firmar la autorización de asesinato del presidente Maduro sería el peor error de tu vida», advierte el mandatario venezolano
16 mar 2014 . Actualizado a las 01:53 h.El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha pedido a su homólogo estadounidense, Barack Obama, que frene los supuestos planes diseñados por su Gobierno para asesinarle como única solución a la crisis que vive el país iberoamericano. «Sé qué le ha pasado por la mente a los halcones del Departamento de Estado y del Pentágono: proponerte que autorices el asesinato del presidente de Venezuela, como medida extrema para solucionar la crisis en nuestro país», ha dicho.
«Pero te puedo asegurar que firmar la autorización de asesinato del presidente Nicolás Maduro sería el peor error de tu vida porque, si ellos ejecutaran ese plan, este pueblo continuaría en la calle haciendo Revolución Bolivariana», ha sostenido Maduro. Además, ha argumentado que «no puede hacer lo mismo» que su antecesor en el cargo, George W. Bush. «Obama, este autobusero -que es de tu mismo color y también tiene abuelos africanos- fue electo legítimamente», ha defendido.
En la misma línea, Maduro le ha advertido a Obama en contra de imponer sanciones a Venezuela, tal y como ha sugerido su secretario de Estado, John Kerry. «Bueno, hagan lo que quieran, pero se va a meter en un camino sin retorno. Toda América Latina y el Caribe va a repudiar las medidas de bloqueo que pretendan contra nuestro país», ha augurado el presidente venezolano. Maduro también ha vuelto a denunciar la supuesta implicación de Estados Unidos en la ola de violencia que azota Venezuela, revelando que habría contactos directos con el secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo.
«Yo estoy muy bien informado de lo que hablan en el Departamento de Estado y ayer recibieron a Ramón Guillermo Aveledo y le dieron instrucciones muy claras de trabajar para destruir la Conferencia de Paz en Venezuela», ha señalado. En este contexto, Maduro ha propuesto crear «una comisión de alto nivel para la paz y el respeto de la soberanía» de Venezuela formada por representantes de su Gobierno, del estadounidense y de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
«Voy a proponer que se establezca una comisión de alto nivel para la paz y el respeto a la soberanía de nuestros pueblos, para que nos sentemos a conversar de los temas de la paz y el respeto», ha anunciado desde el Paseo de Los Próceres, en Caracas. El jefe de Estado ha designado al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, como encargado de realizar las gestiones necesarias para crear esta comisión de alto nivel, de acuerdo con el canal venezolano Noticias24.
Por otro lado, Maduro ha insistido en señalar al líder de la MUD, Henrique Capriles, como uno de los responsables de los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y civiles en el marco de las manifestaciones de detractores y simpatizantes del Gobierno. «Chukylín, Chukylín le llaman ¿Ustedes saben por qué? Porque sale cuando entramos a liberar la Plaza Altamira u otros espacios y luego salen a decir que el Gobierno es represivo. Ni lavan, ni prestan la batea», ha criticado.
A este respecto,Maduro ha reiterado su advertencia de que no permitirá que haya grupos violentos disparando contra la Fuerza Armadas Nacional Bolivariana (FANB). «El que haga armas en contra de Venezuela tendrá una respuesta inmediata de la FANB», ha subrayado. Maduro ha indicado que «las armas de Venezuela deben estar única y exclusivamente en manos de la FANB», no de «grupos violentos, extremistas y paramilitares que son los que están involucrados en las acciones vandálicas».
Finalmente, Maduro ha insistido en su llamamiento al diálogo «a los estudiantes de la oposición». «Las puertas del Palacio de Miraflores están abiertas y espero que más temprano que tarde esté estrechando la mano de los jóvenes dirigentes de la derecha universitaria», ha dicho. También ratificó su oferta de diálogo a la MUD, aunque aclaró que no aceptará condiciones previas, tal y como ha exigido la coalición opositora, para resolver la crisis que desde hace un mes vive el país.
La crisis política en Venezuela se desató el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado 28 muertos, 365 heridos y cientos de detenidos. Desde entonces, detractores y seguidores del Gobierno han marchado casi a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.
La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.
La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) ha ido un paso más allá, expresando su respaldo al Gobierno de Maduro y anunciando la creación de una comisión conformada por los ministros de Exteriores del bloque regional para acompañar el diálogo en el marco de la Conferencia Nacional por la Paz.