Obama exige a Putin el repliegue militar en Ucrania

AFP

INTERNACIONAL

Atlas TV

Los presidentes de EE. UU. y Rusia conversaron al teléfono durante 90 minutos

02 mar 2014 . Actualizado a las 18:18 h.

El presidente estadounidense, Barack Obama, le dijo este sábado a su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante una llamada telefónica de 90 minutos de duración, que Moscú violó la ley internacional con su incursión en Ucrania, al tiempo que le advirtió de represalias de Washington y sus aliados.

La Casa Blanca dijo que Obama demandó a Putin que repliegue sus fuerzas a sus bases en Crimea y le advirtió que si Moscú sigue violando la ley internacional se expondrá a un mayor «aislamiento político y económico» a nivel internacional.

La llamada se produjo tras una reunión del equipo de seguridad de Obama para estudiar posibles respuestas a la crisis, luego de que el Parlamento ruso autorizó a Putin a mandar tropas a Ucrania, donde autoridades de Kiev dicen que ya 6.000 soldados rusos fueron enviados a la península autónoma de Crimea.

«El presidente Obama expresó su profunda preocupación por la clara violación de Rusia de la soberanía y la integridad territorial ucranianas», indicó la Casa Blanca en un comunicado que detalló lo tratado por ambos presidentes en la llamada.

Obama dijo a Putin que sus acciones fueron «una ruptura de la ley internacional, incluidas las obligaciones de Rusia bajo la carta de la ONU, y su acuerdo militar de 1997 con Ucrania», señaló.

«Estados Unidos llama a Rusia a disminuir las tensiones con el repliegue de sus fuerzas a sus bases en Crimea y a evitar cualquier interferencia en Ucrania», subrayó el texto.

Obama advirtió además a Putin que el pueblo ucraniano tiene el derecho de determinar su propio futuro.

«La continuada violación por parte de Rusia de la ley internacional le provocará un mayor aislamiento político y económico», indicó el comunicado.

El mandatario estadounidense le informó a Putin, con quien ha mantenido tensas interacciones en público, que ordenará a sus diplomáticos detener los preparativos para la cumbre del G8 en Sochi, Rusia, a celebrarse en junio próximo.

El viernes, funcionarios estadounidenses advirtieron que Obama y líderes europeos probablemente no asistirían a esa cumbre si no se resolvía la crisis en Ucrania.

Obama reconoció en la llamada que existen profundos lazos culturales entre Ucrania y Rusia y la necesidad de proteger a los rusos en la exrepública soviética.

Pero afirmó que la manera correcta de hacerlo era a través de un diálogo con el gobierno de Kiev y con observadores internacionales sobre el terreno designados por el Consejo de Seguridad de la ONU y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Kerry advierte sobre perjuicios en relaciones

Al llamado de Obama se sumó luego una dura advertencia del secretario de Estado, John Kerry, quien afirmó que la actitud de Rusia al enviar tropas a Ucrania son una amenaza para la paz y que afectarían a las relaciones entre Washington y Moscú.

«A menos de que Rusia tome medidas inmediatas y concretas para disminuir la tensión, el efecto en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia y el prestigio internacional de Rusia será profundo», precisó Kerry en un comunicado.

Las acciones de Moscú no solo violan las leyes internacionales, sino que son «una amenaza a la paz y seguridad de Ucrania y de la región en general», señaló el jefe de la diplomacia estadounidense.

Kerry dijo además que permanece en contacto con sus homólogos de otros países, a los que no identificó, para «coordinar los próximos pasos» a adoptar para enfrentar esta crítica situación, al tiempo que confirmó que este sábado habló con el presidente interino de Ucrania, Olexandre Turchinov, para expresarle «el firme apoyo de Estados Unidos.

EE. UU., Francia y Canadá, en contacto permanente

Obama prometió mantener el diálogo con el gobierno interino de Ucrania, en el poder tras la salida del presidente prorruso Viktor Yanucovich, y con organismos como el Fondo Monetario Internacional para apoyar a Kiev y mitigar su crisis económica.

Al margen de la comunicación telefónica con Putin, Obama mantuvo contactos por separado con el presidente francés, Francois Hollande, y con el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, para evaluar la volátil situación en la exprovincia soviética.

Durante esas conversaciones, »los dirigentes se pusieron de acuerdo sobre el hecho de que la soberanía y la integridad territorial de Ucrania deben ser respetadas«, y decidieron permanecer en estrecho contacto sobre este tema, precisó la presidencia estadounidense en un comunicado.

Los tres líderes prometieron además »trabajar juntos sobre un paquete de apoyo y asistencia« a las nuevas autoridades ucranianas, concluyó la Casa Blanca.