Quienes dieron la orden de cargar contra los manifestantes no podrán volver a entrar en EE.UU., según el Departamento de Estado. Según dijo en París su secretario, John Kerry, EE.UU. está consensuando las medidas con Europa, que no desea imponer sanciones al país, sino a los individuos concretos responsables de las acciones.
Washington dio órdenes de que no se expidan visados a unas 20 personas, cuyos nombres no se han hecho públicos, pero que se sabrán pronto, cuando la UE publique la suya en el Boletín Oficial. La lista incluye «a toda la cadena de mando» responsable de los ataques policiales. A esta medida podría seguir la intervención de las cuentas bancarias.
La Casa Blanca advirtió de que el Ejército ucraniano no debe involucrarse en la represión, porque de hacerlo cruzaría la delgada línea roja que contiene hoy su moderada respuesta.
El vicepresidente, Joe Biden, pidió al presidente ucraniano que retire «inmediatamente» las fuerzas de seguridad y respete «el derecho a manifestarse pacíficamente». Obama dijo en México que responsabilizará directamente a Yanukóvich.