La UE abre el diálogo con Cuba para normalizar las relaciones

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El ritmo de las negociaciones reflejará los avances democráticos en la isla

11 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Unión Europea ha dicho sí al inicio de las negociaciones con Cuba. Los ministros de Exteriores de los 28 Estados miembros apoyaron ayer en Bruselas de forma unánime la propuesta de iniciar un diálogo abierto con el régimen de Raúl Castro para alcanzar un acuerdo que normalice las relaciones con la isla.

Cuba es el único país de América Latina que a día de hoy carece de convenio bilateral con la UE, pero esta situación podría cambiar si las negociaciones de la Comisión Europea culminan con éxito: «Espero que Cuba haga lo necesario por su parte, especialmente en materia de derechos humanos, que seguirán siendo centrales en esta relación», adelantó ayer la responsable comunitaria de Exteriores, Catherine Ashton. «El ritmo de las negociaciones será reflejo de estos avances», añadió.

Las expectativas son buenas. Según fuentes diplomáticas europeas, «hay voluntad de las dos partes», aunque reconocen que todavía deben esperar la respuesta de las autoridades cubanas: «No cambiará nuestra política con la isla, pero sí los instrumentos. Queremos apoyar y acompañar la reforma y la modernización del país», asegura un alto cargo del Consejo. Las conversaciones se basarán en el diálogo político, la cooperación y el logro de mejoras económicas y no en el bloqueo.

El objetivo a largo plazo es superar la denominada posición común, aprobada en 1996 a propuesta de España. La UE decidió supeditar la cooperación con Cuba a la constatación de avances en democratización y respeto de los derechos humanos.

Reacción desde el exilio

De momento, los Estados miembros no se plantean desterrar la posición hasta que no se alcance un pacto con la isla que sustituya esa política: «Empezaremos el diálogo con esa posición vigente», reconocen negociadores europeos.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Gonzalo de Benito, que acudió ayer en representación del ministro García Margallo, de baja por una operación quirúrgica, aclaró que cualquier diálogo se establecerá «haciendo énfasis en la mejora de las condiciones de vida de los cubanos y en los derechos humanos y las libertades fundamentales». También advirtió de que esta decisión «no supone un cambio político», pero espera que con esta fórmula sirva para «mejorar la calidad de vida de los cubanos».

Cualquier movimiento en esa dirección requerirá del visto bueno de los Veintiocho. Pero antes de llegar a ese punto, el camino será largo.

Desde Miami, varios grupos de exiliados critican la decisión por responder a intereses económicos. Creen que fortalecerá la dictadura de los Castro y que, si no incluye al pueblo cubano, será un diálogo incompleto.